Señales para detectar el bullying o acoso en la escuela
El bullying existe desde hace generaciones, pero recién ahora se le da la importancia que merece. Aprendamos a identificar las señales para saber si nuestro hijo es acosado en la escuela.
El bullying está presente en las escuelas, en los sitios de trabajo, y también en Internet en la forma de cyber-bullying
¿Qué es el bullying?
En estos tiempos se habla mucho del bullying o acoso. Está presente en las escuelas y en los sitios de trabajo, y también en Internet y los medios sociales, en la forma de cyber-bullying.
Los especialistas lo definen como “una conducta de acoso y persecución psicológica y/o física de modo repetitivo e intencional”, y es lo que en nuestros tiempos se consideraba como un abuso entre pares. Aprender a identificarlo es la clave para un desarrollo infantil feliz y adecuado.
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El bullying en la escuela
Las estructuras se mantienen en todo círculo de personas: siempre hay un niño más abusón, con sus secuaces que festejan cada mala acción, y el niño acosado, débil y de menor tamaño. A menudo lo vemos en películas y series televisivas, en la forma de los deportistas condecorados (los abusones) y los estudiosos ratones de laboratorio y menos populares de las clases (la víctima).
Pero lejos de ser gracioso o simplemente cotidiano, el bullying es un acoso físico y principalmente emocional, que violenta la propia apreciación de la persona, llevándola a extremos en situaciones y emociones. Incluso en los últimos años se ha sabido de suicidios adolescentes por causa del bullying y del cyberbullying.
Señales de que tu hijo es acosado
Las pequeñas víctimas del acoso demuestran su situación a su propio modo. Sin embargo, hay algunas conductas y señales más habituales a las que puedes prestar más atención para una detección temprana de bullying, incluso al inicio de la guardería preescolar:
"El bullying es un acoso físico y principalmente emocional, que violenta la propia apreciación de la persona, llevándola a extremos en situaciones y emociones."
- Marcas físicas inexplicables: hay niños torpes que se hacen moretones constantemente, en muslos, piernas y brazos. Si tu niño no es deportista y de pronto llega con estas marcas, comienza a investigar.
- Pérdida de prendas de vestir (o ropas rasgadas) frecuentemente, pérdida de elementos y útiles escolares, o pérdida y daño de cualquiera de sus bienes, frecuentemente. A menudo los niños, antes entusiasmados por mostrar a sus compañeros sus nuevas cosas, ahora evitan llevarlas a la escuela.
- El niño abusado cambia su comportamiento. A veces ya no quiere ir a la escuela, e incluso llora o se muestra ansioso a la hora de subir al bus escolar. Quien antes era un mar de risas, ahora es serio y mira de reojo, reaccionando llamativamente ante lo que pueda representar un golpe, como cuando levantas tu mano para acomodar tu cabello.
- Deja de ir al sanitario en la escuela, esperando a llegar a casa para hacerlo (el baño es un sitio solitario de adultos, donde quedan expuestos al acoso), y también puede llegar a casa con un hambre feroz (por lo general los abusones les quitan su almuerzo o sus golosinas)
- El niño se niega a quedarse solo, a viajar en el bus escolar (prefiere que lo lleves y lo busques luego), y presenta pensamientos y expresiones depresivas sobre el abandono, la violencia, incluso dice querer huir de casa algún día en una edad muy temprana y sin razones aparentes.
- En lo físico, hay señales de ansiedad: cambios en la alimentación, dificultad en el sueño, conductas evasivas y timoratas, pesadillas, llantos, dolores de cabeza y estómago sin explicación.
- Debido a la falta de concentración, el niño presenta menores calificaciones en sus estudios. Esto conlleva retos, cuando debiera ser una clara señal de advertencia por parte de maestros y padres. También debes observar su agresividad, pues es habitual que las víctimas busquen desquitarse de los ataques sufridos violentando a sus hermanos menores, sus juguetes o las mascotas.