Cómo hacer un Pastel con Forma de Botella

En esta nota te enseñaremos dos métodos para hacer un pastel dentro de una botella y con su forma, elegidas a tu gusto o de acuerdo a la ocasión. Toma nota y lúcete en tu mesa dulce, con estas geniales propuestas.

Pastel con forma de botella

La primera técnica es “tallar” el diseño a partir de un bizcochuelo ya preparado. Esta es la técnica más sencilla y directa, y no necesitas tener conocimientos avanzados para lucirla a la perfección. Lo primero será elegir el recipiente que quieras imitar, para conocer bien sus dimensiones (alto y ancho totales). Haz el bizcochuelo casero o los de caja, en un molde apenas mayor que las dimensiones de tu botella. Cuando lo saques del horno déjalo enfriar totalmente, desmóldalo y déjalo reposar unos momentos más sobre una rejilla. Así, no correrás riesgo de que se rompa o desgrane al cortarlo.

"Para copiar diseños de botellas también puedes imprimirlas a tamaño real y usar el dibujo como molde."

Puedes rellenarlo en capas ahora o luego de tallar la botella, según lo que te resulte más cómodo. En cualquier caso, “dibuja” con la punta de un cuchillo la forma general de la botella a copiar (o imprime una imagen en sus dimensiones reales para usar como molde). Quita los excedentes, y con cuidado y un cuchillo de buen filo comienza a tallarlo, dándole los ángulos, redondeces y otras formas que sean características.

Ya listo, estira fondant coloreado (aquí la receta) según sea necesario y unta tu pastel con crema o dulce, para lograr una mejor adherencia. Coloca el fondant y decora con glasé real y mangas reposteras pequeñas, para imitar las formas de la etiqueta, una vez que luzcas tu botella comestible en su bandeja final.

Cómo hacer un pastel dentro de una botella

Para esta segunda alternativa haremos un pastel en una botella, en una técnica algo más compleja en cuanto a sus pasos, pero igualmente fácil. Usaremos una botella plástica como molde del pastel, por lo que el primer paso será elegirla, quitarle con cuidado la etiqueta (por si luego eliges utilizarla en la decoración), lavarla y dejarla secar a la perfección.

Luego, prepara un bizcocho (bizcochuelo) del sabor que quieras, para usarlo más adelante como cuerpo de tu pastel. Debes cocinarlo, dejarlo enfriar en el molde, luego desmoldarlo y cortarlo en trozos del tamaño adecuado para la botella que vayas a usar, quitándole los bordes y partes más duras.

Ahora haremos la cobertura exterior. Funde y templa el chocolate de cobertura, mientras cortas una pequeña ventana en el cuerpo de la botella, un rectángulo de unos 5 cm de ancho y unos 7,5 cm de alto, en donde antes estaba la etiqueta del refresco. Cuando el chocolate esté listo, vierte un poco dentro, por la ventanita, y mueve la botella de modo de cubrirla lentamente por toda su forma (verifica que tenga la tapa bien enroscada, para no perder por allí el chocolate). Repite hasta que hayas “tapizado” todo el interior con una capa de chocolate algo gruesa, o al menos no tan delgada, para que tome la forma del contenedor y no corra riesgo de romperse en el desmoldado. Deja enfriar dentro de la nevera por unos minutos, con la “ventanita” hacia arriba.

Mientras tanto, prepara la crema del relleno que quieras usar, y luego agrégala a tu pastel por la ventanita. Usando una espátula pequeña, procura acomodar la crema siguiendo la forma de la botella. Luego, ve agregando los trozos de bizcochuelo frío, alternando con más crema del relleno, hasta que hayas completado muy bien el interior de la botella, sin dejar burbujas de aire dentro. Ya listo, agrega un poco más de chocolate fundido a la zona de la ventana, acomodando con el dorso de una cuchara, para dar buen cierre a tu pastel. Lleva a la nevera por unos 10 a 20 minutos.