Cómo volver a empezar de cero

Muchas veces, por mucha ilusión y esfuerzo que pongas, las cosas no salen bien, ya sea por una mala decisión o porque te empeñas en algo que no es más que un peso muerto, te toca abandonar el barco y empezar desde cero. ¿Y ahora?

Tu siguiente paso dependerá del tipo de situación en la que te encuentres en ese momento.

3 casos comunes cuando tienes que volver a empezar

Quedaste completamente bloqueado y no sabes qué hacer

Nunca te habías parado a considerar otras alternativas, tu siempre a lo tuyo y tan contento, y ahora que te encuentras sin ello, no sabes qué hacer.

Si este es tu caso, te toca trabajo de introspección, volver a considerar qué quieres en la vida, qué te gusta hacer, qué se te da bien o te pide la gente. Ese es el primer paso. No es fácil, así que cuanto antes empieces mejor. Puedes intentarlo por tu cuenta, buscar algún libro o contratar a alguien que te ayude, lo que sea con tal de salir de ese estado de angustia y bloqueo.

"Quizás todavía sigas desanimado y tengas que admitir que debes empezar de nuevo. ¿Qué otra opción te queda?. ¿Quedarte protestando y renegando?."

¿Pero sabes qué es lo mejor?. Evitar llegar a esa situación. ¿Cómo?. No esperando a que pase algo así para descubrir qué otras cosas te gustan. Así, si en algún momento tienes que empezar de cero, tendrás miedo y lo pasarás mal, pero al menos sabrás que tienes opciones. Empieza ya a experimentar y probar otras cosas para ver qué te gusta.

Un ejercicio muy útil, y a veces muy difícil, es pensar si existieran cinco universos paralelos en los que no pudieras dedicarte a lo que haces ahora, ¿qué harías?. Trata de imaginarte haciendo otra cosa, haz cursos y prueba...

2. Estás cansado, pero sabes qué quieres hacer

En este caso, la cuestión es volver a ponerte en marcha sin que los miedos y dudas te saboteen. Recuperar las fuerzas (tomándote unas vacaciones si es necesario), recordar las lecciones aprendidas y manos a la obra de nuevo.

Quizás todavía sigas desanimado y tengas que admitir que debes empezar de nuevo, con resignación y paciencia. ¿Qué otra opción te queda?. ¿Quedarte protestando y renegando?. De eso nada. Tómate unas vacaciones y aprovecha para reorganizar ideas.

3. Sabes lo que quieres pero te quedaste sin recursos

En este caso, si ya sabes lo que quieres y estás decidido a conseguirlo, ¿qué necesitas?. Encontrar recursos, así que a ser creativo y tener paciencia. A veces podrás pedir créditos o ayuda a conocidos, pero otras veces te tocará apretarte el cinturón e ir ahorrando, o buscarte un segundo trabajo para poder costearte los gastos. No es fácil, claro, si lo fuera todo el mundo sería multimillonario y haría lo que quisiera. Pero si esa es tu situación, ese es el sacrificio.

La cuestión es, ¿de verdad quieres lo que dices que quieres?. Si es así estarás dispuesto a hacer lo que haga falta y serás consciente de que el sacrificio es sólo una parte del camino. Sino, te buscarás 50 mil excusas y sólo serás capaz de centrarte en el sacrifico, no en el proceso y en el resultado que quieres conseguir. Depende de ti...

Ya de por sí la decisión de abandonar es muy dura, especialmente si es algo en lo que has trabajado mucho o le has puesto mucha ilusión y recursos; y volver a empezar puede hacerse cuesta arriba. En cualquier caso, lo más importante de esta experiencia es aceptar que lo hiciste lo mejor que pudiste según tus circunstancias, que ha sido un revés, una lección, y debes tomarte el tiempo que necesites para reflexionar, recuperar fuerzas y volver a empezar.