La ultima etapa del embarazo y el apetito sexual
Analicemos los últimos meses del embarazo y luego del parto, cuando el deseo sexual disminuye considerablemente.
El apetito sexual de la mamá se ve profundamente afectado en las últimas semanas de embarazo
Mamá, el parto y el apetito sexual
Luego de tener al bebé, es normal que las mamás sufran una baja en la libido o apetito sexual. Esto es natural, y también es habitual. Pero trae una nefasta consecuencia: sensación de alejamiento en la pareja, menor intimidad, y menor satisfacción interna.
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El deseo sexual previo al parto
El nacimiento de un hijo, en particular del primero, es una época de gran estrés emocional para toda mamá. Si consideramos que durante las últimas semanas del embarazo (a veces meses) se han suspendido las relaciones sexuales en la pareja, y que luego del parto hay un cierto nivel de incomodidad corporal durante al menos 15 días, el apetito sexual de la mamá puede verse profundamente afectado.
Es completamente normal tener menos (a veces casi nada) de deseos durante los primeros 3 meses luego del nacimiento del bebé. Además de la carga emocional de la situación, se debe considerar que la zona genital se encuentra adolorida, los órganos en constante acomodo luego del abultamiento del vientre en el embarazo, y a menudo incluso suturas incómodas. También hay privación del sueño, cansancio físico, nervios, y todo un manojo de emociones entrecruzadas que nos hacen olvidar de que somos personas, considerándonos exclusivamente mamás y proveedoras de cuidados.
El deseo luego de los 3 meses del parto
Pasado este tiempo el cuerpo ya se ha acomodado, al menos en gran medida, y también nos hemos habituado a las rutinas del cuidado del bebé. Aunque seguimos embelesadas con la criaturita a la que damos todo el afecto, también ha pasado un poco de esa “novedad” inicial. Y por esos momentos es cuando recuperamos las ganas de tener intimidad con nuestra pareja.
"Luego de tener al bebé, es normal que las mamás sufran una baja en la libido o apetito sexual."
Es tu tarea brindarte al deseo y satisfacer a tu cuerpo. Recuerda que el recién nacido exige 24 horas de cuidado, tarea agotadora aunque satisfactoria, que deja poca holgura para atenderte a ti como persona. Comienza por volver a vestir ropa atractiva, quizás maquillarte, dejar tus uñas impecables, ir a la peluquería si puedes, o hacerte un peinado especial. Intenta compartir intimidad con tu pareja primero levemente: una cena romántica en la que hablen de ustedes y no sólo del bebé, o quizás un paseo corto tomados de las manos. Los abrazos y los besos no deben faltar, al igual que las caricias incitadoras y algo provocativas.
Papá también debe poner mucho de su parte: la manera en la que te mire, admire tu cuerpo al salir de la ducha, y te diga palabras amorosas te hará sentir deseada, mucho más preparada para retomar ese erotismo cómplice de una pareja de nuevos padres.
De este modo, tu cuerpo recordará la sensación de goce del tacto, y “abrirás el apetito” de sexualidad e intimidad, sin que sea necesario embarcarse de lleno a hacer el amor de una manera casi obligada para ambos.