Los días calurosos en los que disfrutamos del aire libre son ideales para comenzar a dejar atrás los pañales. Si tu bebé ya tiene la edad suficiente y demuestra las señales de estar listo, pon en práctica estos simples consejos y enséñale a controlar su cuerpito, ¡para un desarrollo más feliz!
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Señales claras
Los pequeños estarán listos para dejar los pañales cuando demuestren los indicios para ello. Por ejemplo, ya reconoce las diferencias entre "pis" y "caca", y hasta sabe cuándo tiene lo uno o lo otro en sus pañales. También comienza a avisar antes, al menos unos pocos segundos antes, cuando tiene ganas de alguno de los dos, para hacerlos en su pañal. Esta es una buena señal, pues indica la preparación mental y corporal para anticiparse a las acciones.
También el diálogo es imperativo en esto. Papá, mamá, abuelos, tíos y hasta hermanos mayores deben consultarle al pequeño si tiene su pañal sucio, con qué, y si tiene ganas de ir al baño. Una buena manera de comenzar a dejar los pañales es pedirle que te acompañe al baño (aún usando sus pañales). Irás muchas veces, retirándole el pañal y sentándolo en el inodoro, esperando que algo suceda. Demorará algún tiempo tener éxito en esta tarea, pero cuando finalmente lo haga (y con mucho festejo por su logro), el pequeño o la niña se entusiasmará con la idea de usar el sanitario "de los adultos" y pedirá ir regularmente.
Insistencia y paciencia
La regla recomendada es, aún usando pañales, preguntarle al pequeño si tiene ganas de ir al baño cada 30 minutos. Si dice que no, volver a preguntarle 30 minutos después. Si vuelve a decir que no, llévalo igual bajo algún pretexto entretenido y siéntalo en la taza: verás que sí orinará o defecará, tras lo cual debes hacer gran festejo, para incentivarlo a esta simple acción.
El pequeño por su cuenta comenzará a pedir ir al baño para recibir los halagos y felicitaciones. También comenzará a pedir usar bombacha o calzoncillo "de grandes", lo que es genial. Eso sí: ten mucha paciencia, y siempre carga con unas tres o cuatro mudas de ropa (interior y exterior), pues habrá buena cantidad de accidentes antes de aprender el proceso del todo.
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Alegría y felicitaciones
Nunca regañes a tu pequeño por tener un accidente en sus interiores, pues es un proceso lento de aprender. No se trata de demostrar gran alegría por ello, sino de no regañarlo, y decirle "no te preocupes, ya pronto aprenderás a ir al baño como los grandes". Siempre asegúrate de renovar la ropa de cambio en el bolso, al igual que bolsas de cierre hermético en las que puedas meter la ropa sucia cuando estés fuera de casa.
Cuando finalmente tu pequeño o pequeña avise antes de hacerse encima y te de tiempo suficiente para llevarlo al sanitario, duplica los festejos y celebraciones. De esta manera aprenderá que cuando avise a tiempo, recibirá muchos mimos. Tan sólo esto lo motivará a "hacerse grande" y dejar atrás los pañales, ¡de una vez y para siempre!
