Tips para mantener una lista de tareas si eres mamá
Ser mamá y ama de casa es un desafío, pero preparando una lista de tareas todo será más fácil.
Toma tu papel y escribe cuáles son las actividades que ya sabes que debes cumplir cada día de la semana
Cómo ordenar las actividades y ser una supermamá
¿Se puede ser una supermamá? La verdad es que, quienes lo intentan, terminan en agudos cuadros de fatiga física y emocional, renegando de la triste verdad que nos recuerda que “nadie es capaz de todo”. Pero por otro lado, sí puedes aumentar tu potencial, lograr hacer más cosas en el día y dejar la lista de pendientes vacía al final de la jornada, sin que tu salud ni tu felicidad sufran por ello. Sólo hace falta un poco de organización.
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Ordenando las tareas de mamá
Es importante asentar, dejar por escrito tu estrategia y planificación, para poder mantener mejor el orden y no forzar a tu cerebro a recordar todos los días y a cada minuto qué es lo que hay que hacer.
Aunque tengas un impecable orden mental y una memoria extraordinaria, tener una lista o un plan por escrito aliviará las cargas y facilitará cumplir las tareas. Piénsalo como un equipo de trabajo: no que no puedas hacer tú todas las tareas, sino que si cada quien hace una parte, el plan se ejecuta más rápido y con mejores resultados.
Toma tu papel y escribe cuáles son las actividades que ya sabes que debes cumplir cada día de la semana. Apunta todo lo que puedas recordar: desde preparar a los niños por la mañana para ir a la escuela hasta el viaje semanal a la tienda, los almuerzos, las revisiones del coche, los turnos con los médicos y odontólogos, todo lo que puedas recordar.
"En especial en las primeras semanas en las que sigas tu plan escrito, mantenlo en un sitio visible."
Ordena tus “pendientes” en el orden en el que deban ser realizados en cada día, para poder cumplirlos en orden.
Esto también te ayudará a optimizar tu tiempo: si el miércoles sabes que debes llevar a tu hijo mayor a la práctica de deportes y al menor al odontólogo, planea la cita con el médico unos minutos después de que comience el entrenamiento de tu hijo mayor, para poder dejarlo en el campo y seguir marcha hacia el consultorio. Así no deberás hacer dobles viajes ni hacer que tu hijo mayor se aburra esperando a que termine el menor, por ejemplo.
Deja la lista en un sitio visible
En especial en las primeras semanas en las que sigas tu plan escrito, mantenlo en un sitio visible. Lee tu agenda cada mañana mientras tomas tu taza de café, para saber lo que debes hacer en el día. En poco tiempo esto se transformará en un hábito de tus mañanas, y aliviará la carga de tu mente de tener que recordarlo todo.
Por la noche, cuando los niños ya se hayan ido a dormir, repasa la lista de ese día y toma nota de lo que funcionó bien y de lo que necesita algún ajuste. Si preparar a los chicos por la mañana tomó más tiempo del necesario, piensa por qué fue y corrige las condiciones: prepara la ropa la noche anterior, enseña a tus hijos a vestirse solos, haz que colaboren en lo que puedan para agilizar el inicio del día.
Algo que muchas mamás encuentran problemático es el asunto de las comidas. Hay una solución: pide a tus hijos que te digan cuáles son sus preferidos, y que estos sean un 30% de sus comidas semanales (como pizza, hot dogs y demás). Establece tú el resto de las comidas, y prepáralas en un día que tengas más tiempo libre. Consérvalas en la nevera o en el congelador, y así ya tendrás planificadas las comidas de la semana, sin tener que dedicar tiempo cada día a pensar, comprar y preparar los platos para cada uno.
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"Es importante dejar por escrito tu planificación, para poder mantener mejor el orden y no forzar a tu cerebro a recordar todo."
Contar con la ayuda de tus hijos, del resto de la familia y con una planificación bien diseñada, pronto tendrás “mucho más tiempo” en tus días, más orden y, por sobre todo, mucha más calma, sin dejar pendientes, sin olvidos y sin andar a toda velocidad por no haber pensado por anticipado en lo que tienes que hacer, ¡hasta tendrás tiempo libre para ti misma!
