Cómo Trabajar siendo Madre
Hacer las tareas de la casa, cuidar al bebé, jugar con el y tener que trabajar todos los días es una rutina titánica para todas las madres. Aprende algunos consejos para organizarte.
Trabajar y ser madres a veces implica hacer malabares para completar todas las tareas a cargo.
Consejos para Trabajar siendo Madre
Los tiempos han cambiado bastante y ya no es frecuente ver a una mujer que sólo se queda en la casa, limpiando, cocinando o cuidando de los hijos. Sin embargo, todavía hay una gran reticencia por parte de la sociedad a las madres que trabajan y dejan a sus niños con las abuelas, en la escuela o con una niñera. Deja de lado los tabúes y aprende en este artículo cómo trabajar siendo madre.
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Madre, esposa, trabajadora... pero sobre todo mujer
Aquellas mujeres que trabajan coinciden que ir a la oficina las hace sentir plenas, pero también culpables. El hecho de dejar a los niños al cuidado de alguien más (sobre todo cuando son pequeños) causa una mezcla de sensaciones difíciles de digerir. Sin embargo, para la salud mental y física, las mujeres hacen bien en ir a su empleo después de haber sido madres.
Esto todavía está mal visto en algunas sociedades y en el imaginario colectivo. Básicamente porque la imagen de la esposa y madre sigue ligada a la cocina, por más de que suene muy machista. Lo que muchos no saben es que trabajar no siempre quiere decir ir al sitio donde todos los meses pagan un sueldo (como si fuera poco) sino que también le permite a la mujer seguir desarrollándose en lo intelectual, en las relaciones personales, etc. En los casos en que no hay "más remedio" que salir a trabajar puede ser diferente, porque las opciones se reducen a una sola.
Consejos para trabajar siendo madre
En primer lugar, debes saber cuáles son los motivos reales de tener un empleo siendo madre. No siempre es por el dinero, sino que hay algo más de fondo. Puede ser porque el puesto es el que siempre has soñado, porque te permite conectarte con más personas, porque es el único momento en que estás rodeada de adultos, porque se relaciona con tu profesión o vocación, etc. Si realmente crees que los motivos valen la pena, que no te preocupe lo que digan los demás.
Aprende a pedir ayuda, eso es fundamental. No podrás hacerlo todo tú sola si trabajas y eres madre. Si estás casada, tu esposo debe ser tu compañero en todo, desde cocinar a asear al bebé. Si eres soltera, no dudes en solicitar que tus amigas, tus padres o tus hermanas te presten una mano en las cosas más básicas como es hacer la lista de las compras o planchar la ropa.
Si el niño irá a una guardería, es vital que tengas en cuenta las instalaciones, el personal, los horarios, las actividades y cuánto tiempo necesitas para llevar a tu hijo a ese centro infantil. Piensa en el medio de transporte y en los días de lluvia o frío.
"Aquellas mujeres que trabajan coinciden que ir a la oficina las hace sentir plenas, pero también culpables."
Para mantener el orden y la limpieza en casa, aprovecha el sábado por la tarde, por ejemplo. Igualmente, trata de ir acomodando durante la semana para que después la tarea no sea tan engorrosa.
En cuánto a la comida y a las compras, si trabajas siendo madre es buena idea cocinar varios menúes durante el domingo y colocarlos en recipientes diferenciados en el freezer. Así cuando llegas cansada del trabajo no tienes que pasar por el mercado ni pensar qué preparar para la cena.