Cómo Superar el Pasado
El agua del río pasa, y ya nunca vuelve atrás. Comprenderlo es iniciarnos en el camino, tan necesario, de superar el pasado para abrirle las puertas al presente
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No te dejes vencer por lo ocurrido: concéntrate en superar el pasado y vivir hacia adelante.
Cómo Superar el Pasado y Vivir Sin Culpas
Quizás la metáfora del agua es una de las formas más simples de entender la importancia de superar el pasado. El tiempo pasa igual que el río, y no vuelve sobre sus pasos ni se fija cómo fue que cruzó ese cauce, ni qué sonido hizo al hacerlo. Eso mismo es lo que necesitamos hacer para aceptar la noción, irrefutable, de que el pasado ya pasó, y que nada podemos hacer para cambiarlo.
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Vivir el presente sin culpas
A menudo, lo que hemos vivido nos marca, cambia nuestro parecer, nos previene y nos deja enseñanzas, algunas de temor, que son completamente infructíferas. Del pasado debemos aprender, tomar de lo vivido aquello que podamos usar en el futuro. Pero debemos dejar ir las culpas, las penas, las ganas de cambiarlo, el miedo de que nos vuelva a suceder.
Sea lo que fuera que haya sucedido, ya no hay nada que puedas hacer para impedirlo, para modificarlo o para prevenirte ese dolor, esa pena, ese enojo, ese “cualquier cosa”. Debes vivir el presente, que es tan efímero, procurando usar lo aprendido como herramienta para tener un mejor control sobre las situaciones, si es que existe algo semejante.
"Del pasado debemos aprender, tomar de lo vivido aquello que podamos usar en el futuro. Pero debemos dejar ir las culpas, las penas, las ganas de cambiarlo, el miedo de que nos vuelva a suceder."
Disfruta de cada momento, aprende de lo ocurrido, y vive el presente, que es el único tiempo real.
Superar el pasado y vencer el miedo
Lo que haya sucedido no tiene por qué volver a pasar. Mejor dicho: si modificas las circunstancias, si previenes que se creen las condiciones que se dieron antes, entonces no volverá a suceder. O al menos es muy poco probable que así sea.
Si te pasas los días y semanas recordando eso que pasó, estarás colmando tu mente de pensamientos negativos, de pena, de remordimientos por algo que nada puedes hacer para cambiar. Sólo te estarás poniendo trabas y obstáculos para tu propio bienestar. Es necesario que abras la mente, relajes el corazón, y sigas adelante con una mochila más liviana, cargada de buenas emociones y no de pesadas rocas oscuras.
Vive el presente, mira hacia el futuro, y deja el pasado sólo compuesto de tus buenos recuerdos. Aprender de lo malo no significa tener temor o vivir precavidos de que vuelva a pasar. Después de todo, nunca sabemos qué nos depara el destino, no lo sabemos al nacer, y morimos también sin saberlo. Deja ir el miedo, pues vivir sintiéndolo te evita disfrutar a pleno del hoy, del ahora, de esto que es la realidad. Es imprescindible que comprendas que el pasado no es más que una enseñanza, un conjunto de experiencias buenas y malas, y que enfocarte en él sólo te hará perderte la magia del presente.
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"Es imprescindible que comprendas que el pasado no es más que una enseñanza, un conjunto de experiencias buenas y malas, y que enfocarte en él sólo te hará perderte la magia del presente."
El pasado “debía” suceder así
Quienes creen en el concepto del destino dirán que nuestro futuro ya está signado, y que también lo estuvo nuestro pasado. Entonces, lo que sucedió era lo que “debía” suceder, es la vida misma quien consideró que necesitabas pasar por esa experiencia para tomar de ella los recursos que te servirán en el futuro, y hasta en el presente. Debes superar el pasado, esa enorme pelea con tu amigo, el abandono de tu pareja, la pérdida del trabajo, esa enfermedad a la que no prestaste atención: ya no importan. Ya has pasado por ese camino, lo has transitado y lograste salir de allí en una pieza. Menos luminoso, quizás, pero entero.
Eso sólo significa que debes seguir adelante, como el río en su cauce, sólo mirando hacia atrás cuando quieras revivir por unos instantes un buen momento, y confiando en que el Universo tiene para ti sólo cosas buenas. Sólo dependerá de ti superar el pasado y abrir los brazos para recibirlo.
