Ser productivo, sentirse realizado y mantenerse sano son cosas que la mayoría de nosotros aspiramos a conseguir. Pero, ¿cómo lo hacemos? Mantener una rutina saludable diaria que favorezca una vida sana es una buena forma de empezar, y aunque no existe la rutina perfecta, hay tres pilares fundamentales que aportarán los mayores beneficios y a largo plazo.
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1. Haz ejercicio regularmente
En esta vida ocupada, es fácil olvidar la importancia del ejercicio regular. Y aunque parezca obvio, mantenerse activo es una de las cosas más importantes que puedes hacer no solo para mantener una rutina saludable, sino para sentirte con más energía y motivación.
El ejercicio eleva tu ritmo cardíaco, aumenta el oxígeno en la sangre y libera endorfinas, todo lo cual contribuye a aumentar tus niveles de energía. También estimula la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.
Un buen punto de partida es intentar hacer 30 minutos de actividad al día. Cuando planifiques este tiempo, piensa primero en aquello que te gusta hacer, eso que disfrutas -ya sea un largo paseo, una sesión de HIIT o simplemente estiramientos- y haz todo lo posible por ceñirte a esa agenda. Si necesitas accesorios para tu actividad, puedes buscar en tiendas como Sears los implementos que tienen en descuento, puede que te sorprendas.
2. Hábitos alimentarios saludables
Los alimentos procesados, la comida para llevar y el café contribuyen a menudo a un ciclo repetitivo de fatiga y hábitos poco saludables. Comprender cómo influye lo que comemos en el funcionamiento de nuestro cuerpo nos permitirá tomar mejores decisiones a la hora de preparar nuestras comidas diarias.
El desayuno sigue siendo importante, sobre todo porque empezar bien la jornada puede ayudarte a sentirte con energía y motivado durante todo el día, y si complementas ese desayuno con comidas y cenas saludables, tu cuerpo volverá a funcionar como debe.
Si te resulta difícil cocinar comidas sanas durante la semana, puedes plantearte preparar comidas los domingos y abastecer tus armarios con tentempiés nutritivos, como fruta natural y frutos secos.
Asegúrate de incluir una fuente de hidratos de carbono, proteínas y grasas saludables en cada comida, así como verduras. Cuanto más fácil te lo pongas, más probable será que sigas una dieta sana.
Mantenerse hidratado también es esencial. Lleva siempre una botella de agua reutilizable e intenta beber 1,5 litros de agua al día. Si te cuesta acordarte de beber agua, hay aplicaciones que puedes descargarte en el teléfono y que te lo recordarán.
3. Patrones de sueño saludables
Aunque lo que haces durante el día es importante, no olvides que un sueño saludable es igualmente importante y puede aumentar tu motivación y tus niveles de energía por la mañana.
Intenta tener una rutina regular para acostarte que te ayude a tranquilizarte por la noche. Apaga tus aparatos electrónicos al menos una hora antes de acostarte, ya que la luz azul que emiten puede alterar el reloj natural de tu cuerpo.
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Por la noche, dedica un rato a relajarte leyendo un libro, escribiendo un diario, haciendo ejercicios de respiración o meditando, y evita la cafeína por la tarde, ya que puede interferir con el sueño.
En Resumen: Ejercicio regular, alimentos sin procesar y sueño reparador. Si logras incorporar estos tres pilares fundamentales, mantener una rutina saludable será algo natural en tu día a día y no un esfuerzo o una tarea.
