Cómo prevenir y aliviar migrañas o jaquecas
Los dolores de cabeza comunes no deben confundirse con migrañas o jaquecas. Para darles un tratamiento adecuado, primero hay que aprender a distinguirlas.
Qué son las migrañas
Las migrañas o jaquecas, son dolencias y malestares que sufrimos en la zona de nuestra cabeza. Puede deberse a diversos motivos, desde médicos hasta sociales y anímicos, o también conductuales. Pero debemos aprender a diferenciar las jaquecas de los simples "dolores de cabeza", para darles el tratamiento más adecuado.
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Por lo general, la jaqueca o migraña tiene una duración mayor a la de un simple dolor de cabeza. Regularmente, la migraña sin tratar puede perdurar, por su cuenta, entre 24 y 72 horas, dependiendo de su grado de complejidad o de su origen.
También el tipo de dolor o la sensación, son diferentes. Mientras que en el simple dolor de cabeza sentimos un malestar, como un peso, en toda la superficie craneana, el dolor típico de la migraña es pulsátil, es decir, que lo sentimos como en oleadas constantes, rítmicas, e incluso en una zona específica de nuestra cabeza.
"Para aliviar migrañas o jaquecas, podemos ayudarnos intercalando compresas de agua fría y caliente sobre la frente y la base de cuello, o también un baño de agua tibia, ya sea ducha o de inmersión."
Diferentes tipos de migrañas
La migraña, a su vez, puede ser diferenciada del simple dolor de cabeza en otro punto: posee una somatización en zonas alejadas del cuerpo. Es muy habitual que, en casos de jaquecas, aparezcan otras sintomatologías, como náuseas, fotofobias (hipersensibilidad a la luz) y fonofobias (hipersensibilidad a los sonidos), entre otras.
La mayoría de las migrañas sufridas son las reconocidas como "jaquecas sin aura". Es la migraña más común. Se reconoce porque el dolor comienza en sólo un lado de la cabeza, para tomar la superficie por completo en poco tiempo, no más de una o dos horas. El dolor se siente en golpes u oleadas, asociándose con náuseas, descomposturas estomacales, vómitos e hipersensibilidad o molestia ante la luz. Todo esto ocurre sin una condición médica (enfermedad) que lo justifique, aunque sí hay una fuente.
Por otro lado, tenemos la jaqueca "con aura", que se diferencia por tener una duración mucho menor, por lo general de sólo una hora. El "aura" se refiere a un aviso previo que nuestro cuerpo nos da, para reconocer la aproximación de una migraña de este tipo.
También está asociada a síntomas clásicos como molestias estomacales, vómitos, hipersensibilidad o molestias ante la luz, en igual intensidad. Este tipo de migraña suele estar asociada, sin embargo, a dos sintomatologías llamativas. Por un lado, se la asocia con un área de pérdida visual, y por el otro, se la asocia con la visualización de brillos parpadeantes o móviles, sin razón aparente.
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"El dolor típico de la migraña es pulsátil, es decir, que lo sentimos como en oleadas constantes, rítmicas, e incluso en una zona específica de nuestra cabeza."
Cómo prevenir y aliviar migrañas o jaquecas
- Para prevenir el desarrollo de jaquecas, se puede optar por modificar hábitos poco saludables. Hacer ejercicio regularmente, y alimentarse sanamente, beber también mucho líquido a diario. No comer de más, sintiéndose demasiado lleno al final de cada comida, y evitar en particular los alimentos grasosos o pesados, indigestos. Evitar el consumo de alcohol y de tabaco, así como de fármacos. Procurar eliminar el estrés, y dormir al menos 7 horas cada noche.
- El tratamiento para la migraña es muy variado, y siempre debe ser consultado con el médico. Ello se debe a que estos dolores pueden ser, a su vez, sintomatologías propias de otras condiciones, incluyendo tumores y enfermedades crónicas y autoinmunes. Por ello, ante una jaqueca de tales características se debe acudir al médico, y evitar el consumo de fármacos y analgésicos de todo tipo.
- Ante una migraña o jaqueca de estas características, y mientras aguardamos al médico, un tratamiento adecuado incluye el reposo en un sitio oscuro y libre de ruidos. Podemos ayudarnos intercalando compresas de agua fría y caliente sobre la frente y la base de cuello, o también un baño de agua tibia, ya sea ducha o de inmersión.
- Los masajes son muy adecuados, siempre que se los practique por manos experimentadas, para no empeorar el problema. Ellos ayudarán a la correcta irrigación sanguínea hacia la cabeza, minimizando los riesgos de jaquecas. Por ello, los masajes pueden ser aplicados durante o antes del padecimiento de uno de estos episodios.
