Con la llegada del otoño se produce una progresiva disminución de la temperatura con lo que para muchas madres puede surgir la preocupación de saber si su bebé puede estar pasando frío, sobre todo durante la noche. Este dilema suele llegar a crear mucha incertidumbre ya que la vara de medir por la que solemos guiarnos se basa principalmente en nuestra propia sensación térmica.
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No obstante, también debes saber que, aunque durante los primeros días de vida tu bebé no será capaz de ajustar por sí mismo su temperatura corporal, a partir del mes ya comenzará a regular su capacidad termoreguladora. Por tanto, no hay mucho de lo que preocuparse, a través del llanto tu bebé te dirá si tiene frío o calor. Unicamente debes saber interpretarlo, vestirlo con un pijama bebe confortable y mantener la temperatura óptima en su habitación.
Consejos para saber si tu bebé tiene frío
A continuación te vamos a ofrecer una serie de consejos prácticos para que puedas detectar rápidamente si tu bebé tiene frío.
Observa a tu bebé
Deberás observar a tu bebé para poder interpretar cuando tiene frío ya que, por norma general, durante sus primeros días de vida no dará muestras de ello. Además del llanto, a través de la observación de sus pequeños gestos puedes identificar los momentos en los que no se siente lo suficientemente calentito, a medida que vaya creciendo será él mismo quien te comunique si está pasando frío.
Palpa el cuerpo de tu bebé
A pesar de que la creencia popular nos dice que para saber si un bebé tiene frío debemos de orientarnos por las manos o los pies, esta medida es errónea. Ya hemos comentado que su capacidad termorreguladora no está lo suficientemente desarrollada y posiblemente estas zonas estén frías la mayor parte del tiempo. Lo más efectivo es controlar su nuca, cuello, brazos y piernas.
Si tu bebé está experimentando sensación de frío es muy probable que estas zonas corporales estén frías y en el caso de que tengan calor por exceso de abrigo, estarán calientes o sudorosas.
No abrigues en exceso a tu bebé
Para proteger a tu pequeño del frío nocturno y a la vez conseguir que se sienta cómodo, lo primero que debes de tener en cuenta es la cantidad de ropa que le vas a poner ya que bajo ningún concepto conviene que lo sobre abrigues. Para que puedas ajustar su uso en función de la temperatura ambiente, lo ideal es vestirlo con varias capas finas.
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De igual forma, la ropa de cuna tampoco debe de ser excesiva y conviene que te asegures de que con sus movimientos no va a destaparse. Una buena idea es la de utilizar un saquito de dormir, los diferentes modelos y materiales se adaptan a todas las estaciones del año y permiten que el bebé esté toda la noche protegido.
Como puedes ver, podemos llegar a la conclusión de que una temperatura ambiente entre 20-24 grados, una ropa de cuna cómoda y confortable y vestirlo con varias capas finas, por ejemplo un body y un pijama bebe, será más que suficiente para asegurarte de que no pasará frío.