¿Qué es la Magnetoterapia?

El funcionamiento es fácil de explicar en términos simples: mediante la colocación de magnetos en las zonas a tratar, se propicia una mayor circulación sanguínea que produce una depuración, la eliminación de inflamaciones, el alivio al dolor y la mejora, desde dentro de cualquier zona del cuerpo posible de ser tratada. También puede realizarse simplemente con la utilización de imanes o magnetos no eléctricos, posados sobre la piel del paciente.

Cómo funciona la magnetoterapia

La terapia por campos magnéticos utiliza una bobina por donde pasan corrientes eléctricas que el cuerpo capta a través de terminales. De este modo, recibe las corrientes de un modo controlado y seguro, en la forma de un campo magnético pulsado.

"La magnetoterapia propicia una mayor circulación sanguínea, lo cual produce una depuración y la eliminación de inflamaciones, alivio de dolores y mejora de diversas condiciones."

La técnica sigue dos leyes físicas: la de Ampere, que controla la intensidad y la frecuencia, y la de Faraday, que indica que los campos magnéticos pueden producir campos eléctricos y hacer la electroestimulación en el organismo.

Aunque la magnetoterapia y las terapias de estimulación de alta y baja frecuencia están aprobadas por la OMS, también se recomienda extrema precaución en su práctica, siempre bajo la supervisión médica y administrada por profesionales experimentados que observen las contraindicaciones y potenciales peligros de esta técnica, incluyendo embarazadas, pacientes con marcapasos, personas con piel sensible, infecciones virales o micóticas, hipotensión, enfermedad arterial o circulatoria y lesiones en la piel.

Usos y efectos de la magnetoterapia en el cuerpo

La magnetoterapia puede distinguirse en terapia de alta y baja frecuencia, con rangos de frecuencia de Hz de 1 a 100 y de 100 o más, respectivamente. La magnetoterapia de baja frecuencia tiene mayor penetración en el organismo y es la elegida para regenerar tejidos, lograr vasodilatación y aumentar el flujo sanguíneo, mientras que la de alta frecuencia tiene menor penetración en el organismo, y se utiliza para aliviar dolores físicos y neurológicos.

Al activarse los campos electromagnéticos se provoca una desviación de partículas con carga eléctrica y, con ellas, también se moviliza minerales que permiten regenerar huesos, activar el colágeno, y aumentar la solubilidad de diversas sustancias. También se estimula el metabolismo celular, la sintetización de proteínas y la producción de prostaglandinas, además de activarse las bombas celulares.

La magnetoterapia permite:

- Relajar músculos
- Hacer vasodilatación para propiciar la circulación sanguínea
- Regenerar tejidos
- Desinflamar las zonas tratadas
- Aumentar la oxigenación de órganos y tejidos
- Aliviar el dolor
- Liberar endorfinas
- Eliminar fluidos y gases
- Reducir la retención de líquidos
- Estimular el sueño profundo
- Combatir infecciones
- Ayudar en los procesos de auto-curación
- Normalizar el balance de pH ácido / base
- Promover la agudeza mental y la tranquilidad
- Reducir y disolver los depósitos de calcio y grasa en huesos y articulaciones
- Normalizar la presión sanguínea
- Mejorar el flujo capilar
- Desacelerar el proceso de disminución de la densidad ósea
- Estimular el sistema endócrino
- Es antiedemática y antálgica
- Reducir los niveles de estrés

Así, la magnetoterapia es utilizada para tratar y curar diversas enfermedades, malestares y trastornos, incluyendo: