Cómo hacer Caramelos Caseros

Recetas para hacer caramelos

Caramelos de frutas Para hacer caramelos caseros de frutas, de consistencia semirígida, necesitaremos llevar a fuego lento pulpa de la fruta elegida, ya sea natural o de las que vienen en envases comerciales. Cocinaremos revolviendo hasta que se haga líquida y rompa hervor, e incorporaremos la mitad del azúcar que dispondremos para la receta (un 50% a 70% del peso de la pulpa, según su dulzor) con una cucharadita de pectina para espesar. La conseguiremos en tiendas de repostería, herboristerías o químicas.

"Los caramelos caseros son bocaditos dulces, sabrosos, libres de conservantes y productos indeseados y, lo mejor de todo, es que los podemos elaborar a partir de nuestros gustos y de lo que dispongamos en ese momento. ."

Cocinaremos por unos minutos más hasta que se incorpore, y agregaremos otro tanto de azúcar, enriquecida con glucosa (el 50% del azúcar total, también la encontraremos en tiendas de repostería, químicas y herboristerías) y un chorrito de jugo de limón, para acidular.

En el siguiente paso preparamos un molde forrado con papel film, sobre el que verteremos la preparación, luego dejamos enfriar. Una vez frío, cortamos en formas, círculos o cuadrados, y espolvoreamos con azúcar.

Caramelos de frutas con leche condensada Otros sabrosos caramelos caseros de frutas pueden ser elaborados con leche condensada, esencia de vainilla y un poco de azúcar negra, que incorporaremos y mezclaremos luego con leche en polvo, hasta hacer una pasta. A continuación, añadimos trocitos de frutas abrillantadas, confitadas o frescas, bien escurridas.

Después, amasamos para mezclar y estiramos en un tubo o en una plancha, para cortar las pequeñas y deliciosas porciones.

Caramelos de miel Para hacer caramelos caseros de miel debemos llevar a fuego lento una preparación de azúcar blanco, miel (10% del peso del azúcar), vinagre de alcohol (o blanco, sin sabor) y unas cucharadas de agua para integrar bien. Una vez que haya llevado el preparado al punto caramelo, corroboraremos el punto con la técnica de la gota en agua fría, hasta obtener la rigidez deseada.

Preparamos una fuente o molde espolvoreándolo con azúcar, sobre la cual iremos dejando caer gotas grandes o pequeñas porciones del preparado caliente. Para facilitar la tarea, podemos colocar una capa de azúcar de unos dos centímetros de alto, sobre la que practicaremos pocitos con un dedo, y así daremos forma redondeada a los caramelos de forma sencilla