Consejos para Rendir un Examen Difícil

Aunque la principal recomendación para salir airoso es estudiar, muchas veces el nerviosismo juega un papel clave, provocando todo tipo de confusiones y bloqueando tu juicio para pensar con claridad. Esto no es más que un reflejo de nuestros temores personales y la falta de confianza que tenemos en nuestra capacidad para lidiar con pruebas más fuertes.

¡Pero no todo está perdido!. A continuación, te presentamos los secretos para vencer el miedo a un exámen difícil. ¡Manos a la obra!

El día previo al examen

Para el día anterior al examen ya deberías tener prácticamente terminado todo el contenido estudiado. Aprovecha las últimas horas para hacer un repaso general sin tener que estresarte más de la cuenta.

"Comienza respondiendo aquellas preguntas que te resultan más accesibles, y mantente pendiente de los minutos que van transcurriendo."

También es importante invertir buen tiempo en descansar y reposar. Recuerda que el buen sueño es fundamental para acudir con la cabeza despejada. No olvides tomar un desayuno nutritivo con proteínas, frutas, y otros alimentos que te aportarán toda la energía que necesitas para que tu cerebro funcione en su máximo rendimiento.

Si estás muy ansioso durante el camino o en los minutos previos al examen, lleva algunos frutos secos, como nueces o almendras, para comer y mantenerte concentrado. Haz lo mismo con una botella de agua para estar hidratado.

Claves para rendir exámenes difíciles con éxito

Llegado el momento del examen, intenta relajarte respirando hondo y despacio por un par de minutos. Para vencer el miedo a los exámenes debes estar dispuesto a soportar la enorme carga que representa este tipo de situaciones, así que será mejor que te vayas acostumbrando.

Después de hacer una revisión de todas las preguntas, comienza respondiendo aquellas que te resultan más accesibles y mantente pendiente de los minutos que van transcurriendo, para dedicar un tiempo razonable a cada ejercicio.

Ahora que ya has respondido varias preguntas puedes sentirte con la confianza necesaria para afrontar las incógnitas más complejas. Un buen consejo es organizar un esquema mental o una guía en un borrador, para tener una idea del recorrido teórico que vas a exponer.

Presta atención a las preguntas; te sorprendería saber el gran número de estudiantes que falla en un examen difícil por no prestarle atención a los detalles. Para que esto no te suceda, lee detenidamente el tipo de respuesta que se solicita.

Por otro lado, la redacción es el factor principal que influirá en el resultado final, así que procura no cometer errores ortográficos o terminar respondiendo algo totalmente diferente a lo que se te preguntó. ¡No te vayas por las ramas!