2 Recetas de Bocadillos de Verduras
¿Quieres comer algo dulce sin culpas?. Entonces prepara estos geniales bocadillos de remolachas y batatas. ¡Sensacional!
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Aprende a preparar bocadillos de verduras en casa: dulces, sin culpas, saludables, y listos para cualquier ocasión.
Cómo hacer Bocadillos con Verduras
En esta nota te ofrecemos 2 recetas de bocadillos de verduras. Por un lado los haremos con remolachas (o betabeles), y por otro con batatas (camotes), ambos muy dulces por naturaleza, y repletos de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para tu salud y para tu bienestar. Y lo mejor de todo: su aporte de calorías es moderado a bajo, por lo que puedes devorarlos sin culpas.
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Las ventajas de los bocadillos de verduras
Hacer bocadillos con vegetales en casa es una de las mejores ideas si quieres cuidar tu figura sin perder el gusto por lo dulce. A diferencia de las golosinas comerciales, estos snacks hechos en casa no tienen desagradables componentes como conservantes ni químicos. Sólo usamos ingredientes naturales, seguros, aprovechando sus azúcares naturales para satisfacer nuestros antojos dulces.
Además, puedes personalizar estas recetas de bocadillos de verduras con hierbas y especias de tu gusto. La albahaca va de lujo con la remolacha, mientras que los bocadillos con batata serán mucho más especiales si agregas un poco de canela o de nuez moscada. Prepáralos en grandes tandas y conserva en contenedores herméticos, ¡para tener siempre delicias a tu alcance!
"Personaliza estas recetas de bocadillos con hierbas y especias de tu gusto. La albahaca va de lujo con las remolachas, mientras que la batata tendrá un mejor sabor con canela o nuez moscada."
Si prefieres puedes preparar estas recetas cortando rebanadas de remolacha y batatas, para hacer chips en lugar de cubitos.
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Bocadillos de remolacha
Para hacer bocadillos de remolacha, elige los de mejor aspecto, bien firmes. Lo mejor es comprarlos orgánicos y de producción local, aunque también puedes usar los comerciales, que serán mucho más seguros y saludables que cualquier golosina. Lava y quita los tallos, hojas y el extremo de la raíz de dos o tres remolachas crudas. Pélalos si prefieres, mientras precalientas el horno a 205°C (400°F).
Usando un cuchillo de buen filo, corta primero en rebanadas de 1,5 cm de ancho aproximadamente, luego en tiras, y por último en cubitos, para hacer los bocadillos en un tamaño perfecto. Ponlos en un bol y rocíalos con aceite de coco o aceite de oliva, un poco de sal al gusto, y una hierba seca si gustas. Ponlos en una placa para galletas antiadherente o cubierta con papel de hornear y rociado con aceite en aerosol, dejando los cubitos separados entre sí. Llévalos al horno ya caliente por 35 a 45 minutos, moviéndolos una o dos veces durante la cocción y verificando que no se quemen. Ponlos en una rejilla y déjalos enfriar a la perfección antes de disfrutar de estas delicias.
Bocadillos de batatas
Para hacer bocadillos de batatas elige dos grandes, firmes y maduras, sin ojos ni brotes. Cocínalas en el horno (incluso en microondas), o hiérvelas hasta que resulten cocidas a punto medio, es decir: no del todo, pero fáciles de cortar. Si puedes pisarlas en puré es que la cocción ha sido demasiado prolongada. Déjalas enfriar, y pélalas o conserva su piel, como quieras.
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"Conserva los bocadillos de verduras caseros en contenedores herméticos, dentro o fuera de la nevera, por hasta una semana."
Ya frías, corta las batatas en bastones y luego en cubitos. Ponlas en un bol y rocíalas con aceite de coco o de oliva, sal y pimienta negra al gusto, y un poco de canela, nuez moscada o la especia que quieras. Mezcla bien y pon los cubitos de batata en una placa para galletas antiadherente, o cubierta con papel de hornear rociado con aceite, y lleva al horno precalentado (a 205°C/400°F) por unos 20 a 30 minutos, o hasta que los notes doraditos y crocantes. Mueve una o dos veces durante la cocción para dorar por todos sus lados y evitar que se quemen. Deja enfriar antes de disfrutar.
Conserva tus bocadillos de verduras caseros en contenedores herméticos, dentro o fuera de la nevera, por hasta una semana… ¡si es que aguantas las ganas de comerlos en un solo día!