Consejos para Combatir el Mal de Altura
Si estás planificando hacer un viaje a un lugar bastante elevado del nivel del mar, no dudes en leer este artículo para saber cómo prevenir el mal de altura y tener una estancia agradable.
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Si logras evitar el soroche no sufrirás los síntomas habituales, como la falta de oxígeno y la fatiga.
¿Qué es el Mal de Altura?
Antes de aprender a combatir el mal de altura, es necesario saber de qué se trata. También conocido como “apunamiento”, "mal agudo de montaña" o “soroche”, es un síntoma habitual de nuestro cuerpo ante la falta de presión del oxígeno provocada por la altitud de un lugar. Suele ocurrir en zonas del planeta a miles de metros sobre el nivel del mar y afecta más a aquellos que viven a nivel 0, es decir, que no están acostumbrados a esas condiciones.
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La reducción del oxígeno de forma brusca sin la aclimatación adecuada provoca mucho malestar en las personas. Aquellos que nunca hayan estado en un sitio a tan elevada altura (a partir de los 2500 o 3000 metros s.n.m) deben de tomar las precauciones necesarias para habituarse, o al menos no indisponerse.
Síntomas del mal de altura
Los síntomas del soroche pueden variar según la persona y sus hábitos, así como también por el destino en particular. Por ejemplo, los centros de esquí son un sitio típico donde se sufre de hipoxia (menor cantidad de oxígeno por menor presión atmosférica). Ya a 5000 m.s.n.m no se pueden realizar estancias prolongadas, y si hablamos de los 7000 m.s.n.m, como es el caso de Los Himalayas en Nepal y Tíbet, este lugar es muy peligroso y puede ser mortal para los que no estén bien preparados.
Los síntomas habituales del mal de altura son: mareos, dolor de cabeza, fatiga, náuseas, falta de apetito, dificultad para respirar, tos, hinchazón de las manos, los pies o la cara (por la retención de líquidos), vértigo e insomnio.
"Antes de realizar el viaje a un destino a más de 2000 metros, es preciso que realices una visita al doctor. Él te realizará los estudios de rigor y te indicará si estás apto o no para emprender ese viaje."
A partir de los 2500 o 3000 metros sobre el nivel del mar, debes tomar las precauciones necesarias para combatir el mal de altura.
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Vale la pena indicar que no todas las personas son “aptas” para subir a sitios demasiado elevados, ya que los síntomas pueden agravarse por sus condiciones particulares, o sufrir más que otros. Los individuos que no pueden (o tendrían que evitar) ascender a grandes alturas son:
- Los enfermos cardíacos
- Personas con problemas respiratorios o patologías pulmonares crónicas
- Asmáticos
- Quienes padecen trastornos en la coagulación de la sangre y no reciban tratamientos
Consejos para prevenir el mal de montaña
Consulta a un médico: Antes de realizar el viaje a un destino a más de 2000 metros, es preciso que realices una visita al doctor. Él te realizará los estudios de rigor y te indicará si estás apto o no para emprender ese viaje, o cuáles son las precauciones a seguir. No dudes en concertar una cita con un especialista (cardiólogo sobre todo) para informarte al respecto.
Consume más comida y bebida que lo normal: Es preciso que en tu mochila de expedición o excursión lleves agua suficiente y adicional según la estancia en el lugar. Por más de que las temperaturas sean bajas y no tengas sed, bebe agua. Esto te ayudará a eliminar las toxinas a través de la orina, y a evitar la retención o edemas.
En el caso de la comida, es preciso que estés bien alimentado para contar con las energías necesarias para afrontar el ascenso. Aunque utilices algún medio de transporte y no realices esfuerzos, igualmente tienes que alimentarte como corresponde. No bebas alcohol y consume hidratos de carbono fácilmente digeribles en pequeñas dosis, como por ejemplo las frutas, las jaleas y los alimentos con almidón.
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Evita cualquier tipo de sobreesfuerzo: Sobre todo si no estás entrenado. Es preferible avanzar poco pero en buenas condiciones de salud, que querer atravesar decenas de kilómetros en un día y que los síntomas sean más graves. Además, recuerda que el cuerpo tiene que ir acostumbrándose a las condiciones atmosféricas y para ello requiere tiempo. Si haces más ejercicio del adecuado, tus pulmones necesitarán más aire y oxígeno (que no abunda) y tu corazón latirá más rápido.
Abrígate por capas: Cuando comienzas la excursión es probable que no haga frío, pero a medida que vas ascendiendo el clima y la temperatura pueden ir cambiando. Si el plan incluye quedarse a dormir, la amplitud térmica se hará sentir (en algunos lugares del planeta la diferencia de temperatura entre el día y la noche puede ser de 50°C).
Si vas a dormir en el lugar, no permanezcas a más de 500 metros de altura que la noche anterior. Si has comenzado tu viaje a 1500 msnm, esa noche duerme como máximo a 2000 msnm, y así sucesivamente.
Busca remedios naturales: Los residentes y guías del lugar te darán algunos consejos para evitar el mal de altura. Por ejemplo, en la zona de Argentina, Chile, Bolivia y Perú, los habitantes mascan las hojas de coca, una planta que evita el apunamiento.
Asciende con alguien que conozca la zona: De esta manera, no sólo podrás aprender mucho más sobre el lugar, sino que sabrá actuar si te sientes mal por la altura. No cometas el error de ir solo a este tipo de sitios porque puede ser muy peligroso.
¿Qué hacer si sufres mal de altura?
Es importante prestar atención a los síntomas detallados antes para determinar si estamos sufriendo de soroche o apunamiento. En ese caso, es necesario que:
"Por más de que las temperaturas sean bajas y no tengas sed, bebe agua. Esto te ayudará a eliminar las toxinas a través de la orina, y a evitar la retención o edemas."
- Hagas reposo entre 24 a 48 horas
- Desciendas 400 metros
- Consumas algún tipo de medicamento
- Bebas mucha agua
- Consumas alimentos ricos en azúcares
Para evitar el soroche o mal de montaña, no dudes en seguir estos útiles consejos, y prepárate para este tipo de travesías entrenando tu cuerpo y haciendo las consultas pertinentes con tu médico.