Cómo superar la frustración
Mientras más anhelos pendientes tengas, más fácil será caer en la frustración. Acepta la realidad tal como llega y valora lo que tienes; esta será la mejor manera de combatirla.
Cómo enfrentar la frustración
Es difícil negar que la vida es un camino en el que se experimentan muchos momentos de felicidad, pero a la vez, un sendero en el que no falta el sufrimiento y la frustración. Los expertos coinciden en que la clave está en saber gestionar estos momentos que, en la mayoría de los casos, implican un desafío de máxima exigencia para nuestras defensas anímicas. Por esto, aprender a manejar los momentos de frustración será la llave para tener una vida mucho más satisfactoria y liviana.
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¿Por qué se produce la frustración?
En muchos casos, la frustración viene de la mano del incumplimiento de los diversos objetivos que nos habíamos planteado en un determinado plazo: formar una familia, conseguir un viaje, obtener el trabajo que deseamos, mejorar nuestra estética o emprender un negocio, entre muchos otros. También son muchos los casos en los que la denominada frustración de metas no alcanzadas termina por provocar ansiedad, depresión y baja autoestima.
"La frustración viene de la mano del incumplimiento de los diversos objetivos que nos habíamos planteado en un determinado plazo."
Estos síntomas, que pueden ser muy intensos, son el resultado de atormentarnos preguntándonos por qué no logramos lo que deseamos, y es muy común la tendencia a compararnos con otros que sí lo han logrado, lo que aumenta nuestro malestar.
Aceptar la realidad para combatir la frustración
El primer paso es reconocer que hay una verdad: no hemos logrado lo que deseábamos hasta el día de hoy; es una verdad innegable, y tenemos dos alternativas frente a ella: sufrirla o aceptarla.
Si decidimos sufrirla puede que pasemos días o meses sintiéndonos mal, preguntándonos por qué nos pasa lo que nos pasa, y por qué no podemos ser felices como otros. Lo más probable es que nos terminemos peleando con la vida. Lo que no vemos es que esto jamás cambiará la realidad: no hemos logrado lo que queríamos.
Por el contrario, si decidimos aceptar esta realidad, podremos ver que las cosas son como son. Esto, aunque signifique resignarnos en alguna medida, nos permitirá relajarnos de cara a la vida y a lo que vendrá. Además, esta decisión nos permitirá disfrutar de aquello que sí tenemos a día de hoy.
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"Si aceptamos la realidad, aunque signifique resignarnos en alguna medida, nos permitirá relajarnos de cara a la vida y a lo que vendrá."
Este "conformismo" no significa que vamos a renunciar a nuestras metas, que no lucharemos más por alcanzarlas. Significa que sabemos adaptarnos a las circunstancias, y tenemos la capacidad de ser felices con lo que logramos hasta el momento. Si elegimos enfadarnos con la vida, también perderemos la oportunidad de disfrutar de aquello que sí tenemos, puesto que nunca podemos estar vacíos de todo.
Si aceptamos la realidad no dejaremos pasar el presente y lo que este nos da, por más que no sea lo que deseábamos; nuestro objetivo de conseguir lo que anhelamos seguirá intacto.
Sigamos en la búsqueda de aquello que ansiamos, pero con una actitud positiva y de alegría.
