Las Etapas de un Duelo

Es importante destacar que la aceptación no se produce de un día para otro, sino que es imprescindible pasar por cada tramo. Obviamente, este recorrido y el tiempo que lleve variará dependiendo de cada individuo y de la situación que se haya producido.

Las distintas etapas

1. Negación: En esta primer fase se niega la realidad. La persona permanece incrédula ante lo que ha sucedido y se siente abrumada, se pregunta cómo podrá seguir adelante y aún no cree lo que ha ocurrido.

"Es importante destacar que la aceptación no se produce de un día para otro, sino que es imprescindible pasar por cada etapa del duelo."

2. Ira: La segunda etapa del duelo está estrechamente vinculada a la finalización de la primera, ya que cuando se acepta la pérdida y la verdad ya no puede ser ocultada, se genera una gran ira, enojo, y en muchas personas creyentes incluso un cuestionamiento profundo de la propia fe.

3. Negociación: Todas las etapas llevan su tiempo, pero podemos afirmar que esta suele ser la más breve.  Durante esta fase la persona  vuelve constantemente al pasado preguntándose “Qué hubiera sucedido si…”. En el caso de los religiosos pueden darse todo un conjunto de promesas o ritos que buscan precisamente la reparación de la pérdida.

4. Depresión: La pérdida empieza a integrarse verdaderamente en el interior de la persona, que ya la acepta como una certeza absoluta, pero precisamente por ello cae en la depresión. Se pregunta por qué seguir adelante y se refugia en el aislamiento, rechazando las visitas y el apoyo de sus seres queridos.

5. Aceptación: Es la última etapa del duelo, donde se acepta que la pérdida es irreparable, pero también el individuo a se da una nueva oportunidad en su vida, preguntándose cómo será de ahora en adelante, retomando de nuevo la rutina y aceptando que en su realidad, aquello que tanto amaba ya no está.

La duración del duelo

Durante el primer año no hay nada patológico en el duelo, es decir, se debe aceptar cualquier tipo de reacción que se corresponda con las distintas etapas. Esto es lo más importante para hacerlo de forma saludable, no reprimir lo que se siente, reconocer cada momento y permitirse una máxima experimentación.

También resultará imprescindible dejarse acompañar durante el duelo, ya que si una persona se queda estancada mucho tiempo en una etapa puede ser necesaria la ayuda profesional.