Cómo ayudar a quien está atravesando un duelo

Ayudar a quien está de duelo

La muerte de un ser querido nos marca profundamente. Quien sufra una pérdida de esta magnitud queda muy vulnerable a depresiones, angustias y malestares anímicos que no son sencillos de mitigar, por lo que es muy probable que requiera la ayuda de quienes estén en condiciones de apoyarlos emocionalmente.

Consejos de como ayudar a quien atraviesa un duelo

• Pero es importante tener en cuenta que somos nosotros quienes debemos dar la ayuda, no sólo ponernos a disposición. No debemos esperar a que quien enfrente un duelo nos llame para pedirnos algo, sino que debemos acercarnos a esa persona de la manera más apropiada.
• Podemos ayudar de muchas formas. Una de ellas es acompañando, claro, y ofreciendo amistad y presencia en todo momento, pero también podemos encargarnos de los quehaceres de quien atraviesa un duelo. Por ejemplo, cuando un familiar adulto (sea o no la cabeza de la familia) fallece, hay muchos trámites por hacer respecto de las certificaciones oficiales, trámites legales o papeles de jubilación y pensión, entre tantos otros.
• Podemos ofrecernos para hacer algunos trámites, así permitir al doliente realizar los suyos. Así, ayudaremos a nuestro ser querido pagando facturas y boletas, haciendo las compras del supermercado, o tal vez encargándonos de los quehaceres domésticos, como el orden y la limpieza, entre otros.
• Otro papel que podemos cumplir es el de ayudar a la persona que sufre el duelo a que se despeje. Podemos organizar actividades recreativas apropiadas, no sólo paseos sino también deportes, actividades artísticas u otras que logren captar la atención de quien está atravesando un duelo por algún tiempo. Esto será de suma ayuda, y es muy sencillo organizarlo.
• No debemos intentar ponernos en los zapatos del que sufre un duelo. Cuando alguien sufre una pérdida, de nada servirá que le cuentes lo que hiciste cuando te enfrentaste a tu propia pérdida, ya que se trata de personas diferentes y diferentes situaciones también.
• Es mejor ayudar desde donde podemos, sin formar las charlas, permitiendo a nuestro ser querido que hable cuando necesite y quiera hablar. A veces hablar de otro tema, hacer una reunión para comer o lavar el auto será más útil que sentarnos e intentar forzar una charla.