¿Qué hacer si tu hijo tiene intolerancia a la lactosa? Síntomas y detección
La intolerancia a la lactosa impide que el niño pueda ingerir alimentos derivados de la leche. Veamos los síntomas y cómo actuar cuando es detectada.
La intolerancia a la lactosa puede presentarse desde el nacimiento o adquirirse con los años, ya sea por herencia genética o un error del metabolismo.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es la imposibilidad del intestino humano de digerir este azúcar de la leche. Esta falla se produce porque en la mucosa intestinal, la presencia de lactasa (la enzima que digiere la lactosa) es escasa o nula.
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La intolerancia a la lactosa puede presentarse desde el nacimiento o adquirirse con los años, y su aparición se debe a la herencia genética o a un error del metabolismo.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Cuando un organismo que tiene intolerancia a la lactosa recibe este alimento, la reacción demora de 30 minutos a 2 horas en aparecer, y se manifiesta con cólicos, dolor abdominal y diarrea. Estos síntomas perduran entre 3 y 6 horas. Esta es la forma en la que nos damos cuenta de que la intolerancia existe.
Pero raras veces, las madres nos damos cuenta que nuestro niño tiene intolerancia a la lactosa. Sí podemos notar los síntomas, que además, si suceden con frecuencia, provocarán mal nutrición y otros problemas en el niño, lo que nos lleva inmediatamente a la consulta con el médico. En estos casos y luego de una serie de estudios, se diagnostica la intolerancia.
Qué hacer si tu hijo tiene intolerancia a la lactosa
Al tener el diagnóstico seguro, la vida de tu niño cambia para siempre, ya que deberá evitar ingerir cualquier tipo de alimento que contenga lactosa. También tu vida se ve afectada, ya que tendrás que aprender a utilizar alimentos diferentes a los comunes y toda la familia tendrá que aprender a convivir con esta intolerancia a la lactosa, mientras enseñan al niño cómo cuidarse.
Este tipo de situaciones (ya que no es una enfermedad) similares a la celiaquía, requiere de un continuo aprendizaje y atención sobre la composición de los alimentos elaborados, porque en muchos casos se utilizan lácteos o derivados de la leche que harán peligroso el ingerirlos.
Afortunadamente, este tipo de condiciones no provocan mayores trastornos si se siguen las indicaciones médicas y se mantiene una dieta balanceada, que será indicada para cada persona con intolerancia a la lactosa según sus necesidades específicas.