Cómo practicar el sueño polifásico
El sueño polifásico es una técnica para dormir en varios períodos cortos durante el día, con el fin de mantenerse más concentrado y alerta. Pero cuidado, practicarla tiene sus riesgos y salvedades.
Consejos para practicar el sueño polifásico.
Sueño polifásico, técnica para estar alerta
El dormir, aunque parezca simple, es un asunto al que podemos dedicar mayor atención. Hay muchas técnicas para dormir, que nos permiten motivar o recordar sueños, relajarnos más o menos, oxigenar el cuerpo y hasta prepararnos para ciertas actividades, no solamente cerrar los ojos y dejar que suceda lo que suceda.
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Hoy aprenderemos sobre una de estas técnicas del sueño, llamada la técnica de sueño polifásico.
¿Qué es el sueño polifásico?
El sueño polifásico es una técnica de descanso que indica que las horas de sueño diario deben reducirse a plazos que van desde 2 hasta 5 horas, no más, aunque repartidas a lo largo del día en lugar de tener un lapso de descanso continuado. La técnica indica períodos de reposo de entre 20 y 50 minutos, dependiendo de las exigencias corporales de cada uno.
La teoría del sueño polifásico se centra que en el sueño convencional, o monofásico, posee diversos estados del sueño, siendo sólo uno de ellos necesario e indispensable para la supervivencia. Mediante la reducción del tiempo de descanso los esfuerzos se concentran, y se logra únicamente una fase o etapa de sueño considerada como fundamental.
"Sólo debes hacer la técnica por un par de semanas, quizás tres, si necesitas estar alerta a lo largo del día, como en situaciones de alto estrés."
¿En qué casos se puede practicar el sueño polifásico?
Es una técnica apta para quienes tienen problemas para mantenerse dormidos, o por aquellos que no tienen la posibilidad de dormir por tiempos extendidos, como por ejemplo los marineros de altamar, que han de mantenerse alerta a lo largo del día, los astronautas, e incluso los soldados en tiempos activos. Es una técnica que mejora la concentración y el estado de alerta y actividad de las personas, entre las cuales se menciona a Leonardo DaVinci y Bruce Lee como practicantes.
Pero no es una técnica para cualquiera: no se recomienda para lapsos de vida extendidos (es decir, por muchos años), por niños, o por personas con altas exigencias físicas y corporales. Esto se debe a que su práctica extendida o en pobres condiciones afecta la memoria, el razonamiento, aumenta los niveles de estrés y de ansiedad, e incluso disminuye la capacidad de metabolizar azúcar, además de minimizar las defensas corporales, entre otras malas influencias. Por eso, el sueño polifásico ha de practicarse en situaciones específicas, y por no más de un par de semanas.
Sueño polifásico de Uberman
El sueño polifásico de Uberman es la técnica más reconocida y aplicada. Postula el descanso en períodos de 20 a 30 minutos cada seis horas, a lo largo del día, logrando así 4 horas diarias de sueño. Pero no es la única técnica.
En general, los programas de sueño polifásico se basan en estas cantidades de descanso, aunque se recomienda comenzar por períodos de descanso un poco más prolongados, o de 20 a 30 minutos cada tres horas, luego cada cuatro, luego cada cinco, hasta llegar a las seis. Recuerda: sólo debes hacer la técnica por un par de semanas, quizás tres, si necesitas estar alerta a lo largo del día, como en situaciones de alto estrés.
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"Evita realizar actividades físicas intensas o a las que no estés acostumbrado, pues tu cuerpo tendrá menos defensa y podrás fatigarte más rápidamente."
Puedes esperar ciertas conductas o respuestas de tu cuerpo, normales en esta práctica. Un poco de letargo o movimientos corporales más lentos son esperables. Evita realizar actividades físicas intensas o a las que no estés acostumbrado, pues tu cuerpo tendrá menos defensa y podrás fatigarte más rápidamente. Dicen sus practicantes que el tercer día de la práctica es el más difícil, pudiendo extenderse algunos días más, hasta lograr el hábito.
Luego, al terminar el tiempo de práctica, recuerda reincorporarte al sueño convencional de a poco, para no alterar demasiado a tu cuerpo. Podrás estar más concentrado y enfocado durante los tiempos en que lo necesites, sólo modificando tu forma de dormir.