Métodos para Eliminar la Ira
Aprende algunos métodos para eliminar la ira y dejar atrás los enojos. Son simples ejercicios que puedes practicar cuando quieras
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¡No estalles en cólera! Aplica estos métodos simples para eliminar la ira y evitar que te domine
Cómo Controlar y Eliminar la Ira
¿Buscas algunos métodos para eliminar la ira y no estallar en una escena de gritos y llantos?. Aquí te proponemos algunas ideas para que aprendas a controlar las sensaciones de manera saludable, positiva, y así seguir adelante con tu día.
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¿Por Qué es Importante Controlar la Ira?
Cuando sientas que ese calor inconfundible comienza a agolparse dentro de tu pecho, y que la mente está a punto de liberar dos grandes chimeneas de vapor por tus orejas como en las caricaturas, pon en práctica al menos uno de estos ejercicios simples para controlar la ira y evitar que se apodere de tu vida.
5 métodos para eliminar la ira
1: Cuenta hasta 10. Es una de las técnicas más conocidas y, sin embargo, muy poco usada. Contar hasta diez, en voz alta o en tu mente, te ayuda a alejarte de la explosión de emociones, y te da una distancia cognitiva con aquello que te está haciendo enojar, es decir, te concentras más en los números y menos en la situación. Sólo respira y cuenta, y verás que tu ataque de cólera va desapareciendo.
2: Aléjate. Si es una situación, una acción o una persona la que está a punto de hacerte explotar en ira, simplemente aléjate. No digas nada, no des explicaciones ni hagas ademanes. Si en verdad no puedes hacerlo (supongamos que es tu jefe que está regañándote) inventa alguna excusa práctica, como un repentino ataque de tos, y camina hacia el bebedero de agua, al sanitario, sal al pasillo o haz lo que puedas. Alejarte del foco de tu enojo evitará que estalles.
"Respirar profundo es un gran método para eliminar la ira, ya que te permite aclarar la mente y analizar la situación."
Controla tu ira practicando mes a mes el ejercicio de 3 pasos que te proponemos
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3: Expresa tu enojo. Hazlo de un modo positivo y seguro, por ejemplo, escribiendo en un papel cómo te sientes y por qué. Detalla los particulares de la situación: específicamente qué es lo que te está haciendo enojar. Cuando termines, puedes entregar el papel a la persona en cuestión, intentando hallar una solución, o simplemente arrugarlo y botarlo al papelero.
4: Masca goma o una golosina. Cuando tu mente note que estás comiendo algo (aunque sólo estés mascando) enviará una señal al resto del cuerpo diciéndole que todo está bien (después de todo, no estarías comiendo si hubiera un problema). Así se restringe la liberación de adrenalina y otras hormonas, y se minimiza tu impulso emocional, controlando la ira y permitiéndote analizar mejor la situación.
5: Respira. Es un ejercicio muy simple y que puedes hacer frente a cualquier persona, y en cualquier situación. Respira profundo, lentamente, inhalando por la nariz, reteniendo el aire en los pulmones llenos por unos 3 a 5 segundos, y exhalando lentamente por la nariz o por la boca, con los labios algo fruncidos. Esto te permitirá aclarar la mente, analizar la situación, y te evitará el bochorno de estallar en un ataque casi incontrolable.
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3 Pasos para Controlar la Ira
Ejercicio para controlar la ira
No sólo cuando estés a punto de estallar puedes ponerte en marcha para controlar la ira, sino que hay varios ejercicios que te ayudarán a dominarla e ir desvaneciéndola de tu vida poco a poco. Uno de nuestros favoritos sólo requiere de un cuaderno y un lápiz. Son tres simples pasos que puedes hacer durante 3 días, una vez al mes, o cada vez que lo sientas necesario.
Día 1. Conoce tu ira:
Reconócete como una persona iracunda, admite que, a veces, la ira te hace actuar menos que óptimo. También comprende qué es lo que la provoca: una persona, una situación, lo que sea. Considéralo luego de cada momento que sientas la explosión, tómate todo un día para observarlo.
Día 2. Escribe tu ira:
Toma tu cuaderno, en la primera hoja, y comienza a escribir esas ideas que estás analizando. Apunta qué es lo que ha causado tu ira. Escribe cómo te sientes cuando estás iracundo, y también al día siguiente. Anota las sensaciones respecto del ejercicio que estás realizando, incluyendo el por qué quieres hacerlo, y cómo esperas que sea tu vida sin ira. Debes dejar en el papel todo pensamiento y emoción relacionado, tanto en sus motivos, impactos, o resoluciones esperadas. Deja asentado absolutamente todo lo que venga a tu mente. Al terminar, cierra el cuaderno y tómate el resto del día de descanso, haciendo actividades placenteras tanto como puedas.
Día 3. Actúa tu ira:
"Si es una situación, una acción o una persona la que está a punto de hacerte explotar en ira, simplemente aléjate."
Al finalizar la jornada laboral, cuando hayas regresado a casa, ponte ropa cómoda, apaga el teléfono, pide que no te interrumpan, y ve a un sitio donde te sientas seguro y en calma. Toma tu cuaderno y lee lo escrito el día anterior: a continuación, como si estuvieras en una obra teatral, actúa esos entornos que activaron tu ira. Hazlo aproximadamente como sucedió, pero esta vez habla con calma, explícale a esa persona cómo te está haciendo sentir, y busca una resolución al conflicto.
Al representar los focos de tu enojo, hazlo de un modo positivo, controlado y que le de paz a tu corazón: lentamente tu mente asimilará esto como verdadero. Este método te ayudará a controlar la ira la próxima vez que te enfrentes a esa situación, acelerando tu perdón al mismo tiempo.