Cómo Cultivar una Planta de Ananá o Piña
Cuando compramos una ananá o piña notamos que se desperdicia mucho al limpiarla, retirarle la cascara y quitarle su planta. Para no sentirnos tan mal, podemos plantarla y así tener un vegetal distinto en nuestro hogar.
© Depositphotos.com/shalamov
Pasos para cultivar una planta de Piña o Ananá, y algunos consejos para su cuidado y mantenimiento
Cómo cultivar una planta de Piña o Ananá
Entre la planta, la cascara y el corazón, la piña termina siendo un fruto muy sabroso pero desperdiciado. Si nos gusta su planta podemos cultivarla, plantarla en una maceta y así disfrutar de su extravagante presencia.
También te puede interesar...
Cómo elegir una piña o ananá
El primer paso para cultivar Piña o Ananá será cortar el pimpollo o planta de la piña fresca, pero no al ras, sino que con unos 2,5 centímetros de fruto. Retiramos la parte carnosa del núcleo duro unido a las hojas, es decir, la parte comestible que rodea al centro de la ananá, y dejaremos secar unos dos o tres días para evitar que se pudra.
"Si nos gusta la planta de la piña o ananá podemos cultivarla, plantarla en una maceta y así disfrutar de su extravagante presencia."
Luego, cortamos las hojas inferiores e introducimos la corona del ananá en una maceta de unos 10 cm de diámetro. Lo ideal es ponerla en tierra lo mas fértil posible, y para ello podemos hacer compost o abono orgánico. Debemos mantener esta planta de piña a una temperatura de 23º C aprox.
Al cabo de un mes, trasplantaremos el ananá a otra maceta con dos partes de arena fibrosa, una parte de mantillo o turba (capa superior del suelo, formada por la descomposición de materias orgánicas), y una parte de tierra. De ser necesario, sujetamos con palos para que no se mueva. El tamaño de esta nueva maceta puede ser de 12,5 cm como mínimo.
También te puede interesar...
Cómo conservar la piña o ananá
"El clima ideal para nuestra planta de ananá es una temperatura no inferior a 18º C."
El clima ideal para nuestra planta de piña es una temperatura no inferior a 18º C. Para su mantenimiento, debemos rociarla a menudo pero sin dejar que la tierra se empape demasiado.
A medida que crezca, regaremos y abonaremos la planta regularmente. Con suerte puede llegar a florecer, aunque su fruto no sera comestible... pero eso no importa, igual puede deleitar nuestro jardín u hogar con su verde especial.