Ideas para una Segunda Profesión

Sea cual sea el motivo, agregar a tu trabajo actual una segunda carrera laboral no relacionada con tus ocupaciones regulares puede ser justo lo que estabas esperando. ¡Conoce cómo hacerlo, sin desatender tus otras obligaciones ni responsabilidades!

Encuentra tu pasión

Si se trata de una necesidad económica, seguramente consideres iniciar una segunda profesión complementaria con la actual en base a las posibilidades que se presenten en tu vida. Si un viejo colega te ofrece un puesto de medio tiempo, o si se abren ante ti las puertas para dedicarte a otra actividad en tus horas libres o en tus días no laborales, quizás quieras analizar la oportunidad antes de tomarla. Recuerda que no todo lo que brilla es oro y, ante una necesidad, tendemos a considerar “bueno” lo que quizás en el futuro sólo nos de complicaciones.

"Si estás pensando sumar actividades en tus fines de semana o en tu tiempo libre, piensa en qué puedes hacer u ofrecer, que te de satisfacción y que sea de interés para un público posible de alcanzar."

Por otro lado, iniciar una nueva profesión en base a tu pasión puede ser una idea mejor. Se trata de recordar eso que tanto placer te da, eso en lo que eres bueno, que puedes enseñar o vender de un modo que no sólo potencie tus ingresos, sino que además te de gran gusto realizar. Ten en cuenta que se ejecutará en lo que actualmente es tu “tiempo libre”, y si haces algo que no te de satisfacción, terminarás desgastándote en menos tiempo del que piensas.

Ideas para una segunda profesión

Si estás pensando sumar actividades en tus fines de semana o en tu tiempo libre, piensa en qué puedes hacer u ofrecer, que te de satisfacción y que sea de interés para un público posible de alcanzar. Algunos ejemplos incluyen:

Enseñar: Ser maestro de escuela o profesor requiere de un cierto diploma, tal vez el registro en los ministerios, concursos y más. Pero sí puedes dar clases de apoyo en las temáticas que más conozcas, para complementar los estudios de quienes estén prontos a rendir un examen. Si tus alumnos no desean certificación, sino aprender una habilidad (tocar un instrumento musical, un idioma que tú hables bien u otros afines), enseñar es una buena opción.

Artes: Si tienes una veta artística bien desarrollada, analiza la manera de convertirla en un ingreso. Si en tu juventud pintabas graffitis espléndidos, podrías crear una carpeta de muestras para pintar murales a pedido, también cuadros, hacer diseños digitales si eso es lo tuyo, ofrecer servicios de retoque fotográfico u otros similares.

Escritor: ¿Eres bueno escribiendo, pero nunca lo convertiste en una carrera? Piensa en las posibilidades: ofrece tus conocimientos para ser revisor de tesis universitarias, o corrector editorial, escribe cuentos y poemas a pedido, y explora las necesidades de tu mercado para ser un escritor en el inicio de su carrera.

Medios sociales: Si eres de los que está al día con todas las novedades en las redes sociales y los medios digitales, considera investigar más a fondo el asunto para iniciarte como community manager, y encargarte de las redes sociales de empresas que lo soliciten. Eso sí: ten en cuenta que debes saber más que “la mayoría” y que debes estar bien informado en todas las mecánicas.