Cómo hacer Pretzels

El origen del pretzel

Hay algo de controversia en lo que respecta a la historia del pretzel. Una de las versiones más aceptadas a nivel mundial otorga la creación de estos panecillos a un monje italiano, allá por el año 610 d.C. Según cuenta la leyenda, el monje utilizó una masa de panificado regular, aunque amasándola más angosta (lo que le da esa corteza más dura) y enroscándola en una forma que simbolizara los brazos de los niños haciendo una plegaria. Estos bocadillos luego, eran entregados como “premio” a los pequeños que hubieran memorizado sus oraciones a la perfección, por lo que se les llamó “pretiolas”.

Otra variante de la historia dice que los pretzels son creación de un monje francés, secuestrado por la milicia alemana en el siglo VII, con una historia bastante similar.

"Al retirar los pretzels del horno, pincela generosamente con mantequilla derretida, y sirve tibios o fríos."

Por otro lado, los documentos históricos sólo hacen mención de los pretzels como tales a partir del año 1111, en una región próxima a la Alemania actual, mientras que un libro de oraciones de 1440 muestra una imagen de San Bartolomeo rodeado de pretzels, en símbolo de buena suerte y de santidad espiritual, pues se afirma que los tres espacios creados en la forma enroscada se corresponden a la Santísima Trinidad.

En Alemania se inició la costumbre de que los niños usaran pretzels colgando de sus cuellos para tener buena suerte, y también se los usaba como decoraciones del árbol de Navidad ya desde el siglo XVI, lo mismo que en Austria. Por otro lado, en Suiza comenzó una tradición de regalar pretzels a los recién casados en el día de su boda como símbolo del “nudo” con el que enlazan sus vidas. Y la historia se multiplicó al llegar a tierras americanas, estableciéndose con mayor ímpetu en el norte, particularmente en Pennsilvania (USA), que hoy se considera una de las mayores capitales mundiales en producción de estas delicias enroscadas.

Sea cual sea su verdadera historia y origen, sólo sabemos con seguridad que son deliciosos, y también muy fáciles de hacer si sigues estas indicaciones.

Cómo preparar pretzels

Para hacer pretzels con una textura genial, mezcla en un bol grande 2 tazas de leche a temperatura de ambiente con 1 y ½ cucharadas de levadura seca en polvo. Integra bien, cubre y deja reposar por unos 3 a 5 minutos.

Luego, añade 4 cucharadas de mantequilla derretida (no caliente) y 6 cucharadas de azúcar moreno. Integra muy bien, y comienza a agregar lentamente (de a poco) un total de 4 a 4 y ½ tazas de harina tamizada, mezclada con 2 cucharaditas de sal fina. Cuando formes una masa pareja, amasa por 10 minutos, luego cubre, y deja reposar 1 hora en un sitio cálido, para que leude hasta duplicar su tamaño.

Calienta el horno a 235°C (450°F), y engrasa una o dos placas para galleta. Mientras el horno calienta, disuelve 1/3 taza de bicarbonato de sodio en 3 tazas de agua tibia. Toma la masa, aplasta un poco para desgasificar, y divídela en 12 o 24 trozos iguales, para hacer pretzels grandes o pequeños, a tu gusto. Arma con cada porción una tira muy delgada, y enrolla dando la forma característica (observa la imagen ilustrativa para comprenderlo mejor).

Sumerge cada pretzel en la mezcla de agua y bicarbonato durante algunos segundos (¡este es el secreto del éxito!) y ponlos en la placa engrasada. Espolvorea con granos de sal gruesa (o con lo que quieras) y hornea por unos 8 a 10 minutos, o hasta que los notes dorados. Al retirar del horno, pincela generosamente con mantequilla derretida, y sirve tibios o fríos.