Cómo hacer un Pastel con Sabor a Confites
¿Adoras los confites, y también las tortas de cumpleaños? ¡Mezcla todo y prepara este sabroso pastel con confites!
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Prepara este pastel con confites de colores, ¡ideal para un cumpleaños o cualquier ocasión!
Receta de Pastel con Sabor a Confites
Si tienes lo que puede describirse como una adicción a los confites, y también te gustan los pasteles, entonces esta propuesta te encantará: aprenderemos a hacer un pastel con sabor a confites, usando tus favoritos, y en una técnica de preparación tan fácil que querrás hacerlo todos los días. Sólo prepara tus ingredientes, y ponte manos a la obra con esta delicia colorida y fácil.
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Lista de ingredientes
Para hacer este pastel usaremos los confites que quieras. Sólo necesitas que tengan una cobertura sólida y colorida; pueden ser simples o rellenos con frutas secas, del sabor que prefieras. Necesitarás ¼ de taza de cada color, y además, de 1 a 1 y 1/2 tazas del tono que elijas para la cobertura de mantequilla.
Además, necesitarás:
- Un bizcochuelo de vainilla (u otro, pero de color claro), ya preparado, frío, y cortado en dos, tres o tantas capas como quieras
- 2 a 3 cucharadas de leche fría
- 3 tazas de azúcar glas (en polvo, impalpable)
- 1/2 taza de mantequilla
"Para hacer este pastel usaremos los confites que quieras. Sólo necesitas que tengan una cobertura sólida y colorida."
Para preparar este pastel, usa confites con coberturas duras de colores bien pronunciados.
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En cuanto a tus elementos, necesitas:
- Una batidora con bol
- Una procesadora de alimentos
- Una olla pequeña
- Una espátula o cuchara de madera
- Una cuchara común
- Un colador o tamiz fino
- Contenedores resistentes al calor (el doble a la cantidad de colores que uses)
- Una base para el pastel
- Un pincho
- Una espátula plana, para decorar
Preparación del pastel con confites
Lo primero que haremos será preparar un delicioso sirope de confites con cada uno de los colores, para dejarlo enfriar y poder usarlo para saborizar y decorar tu pastel.
Para ello, pon la olla al fuego moderado y agrega ¼ de taza de agua, y ¼ de taza de confites de un mismo color. Calienta gradualmente, revolviendo ocasionalmente, hasta que el agua esté a punto de romper el hervor. Los confites transferirán su color al agua, y se disolverán en ella. Ten en cuenta que si usas los rellenos (con frutos secos, por ejemplo), quedarán eliminados al filtrar, a menos que los “recuperes” en este punto y los agregues luego al relleno de tu pastel.
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Un Pastel de Colores por Dentro
Cuando los confites estén bien disueltos, transfiere el líquido a un contenedor resistente al calor y deja enfriar totalmente: Notarás que se forma una capa de cera por encima (es lo que se usa para que los confites mantengan su forma y brillo); quítalo con una cuchara, y filtra el resto del contenido para descartar lo que no puedas quitar. Repite estos pasos hasta haber hecho sirope con el resto de los colores, uno a uno.
Ya fríos todos los siropes, prepararemos la cobertura de mantequilla. Lo primero es reducir a polvo con la procesadora el color de confites que elijas, lo suficiente como para obtener ½ taza. Ahora, pon en el vaso de la batidora la mantequilla (fría o a temperatura de ambiente) y pulsa para ir reduciéndola a una crema. Agrega el azúcar de a poco, para evitar que se formen grumos. Ya integrada, incorpora los confites molidos, y una cucharada de leche. Agrega la leche de a cucharadas hasta lograr una textura de crema, que no sea demasiado fluida: si esto te ocurre por haber agregado demasiada leche, sólo agrega más azúcar en polvo.
"Al cortar el pastel, verás que ha absorbido todo el sirope de los confites, y con ello también sus colores, en un efecto divertido a la vez que delicioso."
Cómo armar el pastel
Pon la primera capa del bizcochuelo en la base. Haz muchas perforaciones con el pincho y, usando una cuchara, vierte de a poco el primer color de sirope sobre las perforaciones (divide en la cantidad de capas que tenga tu pastel). Agrega todos los colores en cada capa. Una vez que lo hagas, pon el relleno por encima, coloca la siguiente capa de pastel, y repite el procedimiento hasta tener el pastel montado. Al cortarlo, verás que el bizcocho ha absorbido todo el sirope y, con ello, también sus colores, en un efecto divertido a la vez que delicioso.
Usando la espátula plana, cubre tu pastel por encima y por los lados con la cobertura de mantequilla (también puedes usarla como relleno), y por último, decora con algunos confites extra, con chocolate, o con lo que quieras agregar a este fácil y delicioso pastel con sabor a confites hecho en casa.