Cómo hacer Chess Pie

Reúne tus ingredientes y ponte manos a la obra con este postre sensacional, y muy fácil de elaborar en casa.

La curiosa historia del chess pie

Si traducimos literalmente el nombre del “chess pie” obtendríamos algo como “pastel ajedrez”, lo que nos podría hacer pensar en los dulces de cuadros de dos colores. Pero no es correcto. De hecho, hay muchas posibles explicaciones de su denominación. Aunque su nombre nos recuerda al juego de tablero, la historia de este postre tradicional parece remontarse a su gran cantidad de azúcar, que le confiere gran resistencia y larga vida, por lo que las cocineras de aquellos viejos tiempos decían que “podría guardarse en un baúl –chest- en lugar de necesitar frío”.

"El chess pie es un pastel tradicional del sur de Norteamérica, una delicia ideal para la hora del té que podrás personalizar a tu gusto."

Otras variantes disputan su origen y dicen que su nombre deriva de una adaptación de las palabras “sin queso” (“cheese-less”) por parte de los sureños locales, pues es un pastel sin queso, mientras que también se dice que se debe a la conocida pronunciación sureña, abierta y redonda, cuando su primer cocinero intentó definir su nueva creación como “jes’pie” (modismo acortado de “just pie”, “tan sólo un pastel”).

Cómo hacer chess pie

Como sucede con casi todas las recetas añosas y características de las regiones, hay tantas variantes de la receta del pastel como cocineros que lo preparan. Una bastante aceptada como receta básica de chess pie casero incluye:

- 2 tazas de azúcar
- 2 cucharadas de fécula o almidón de maíz
- 1 cucharada de harina común
- 1 pizca de sal
- 1/2 taza de mantequilla fundida o muy blanda
- 1/4 de taza de leche
- 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana o vinagre blanco de alcohol (mejor el segundo)
- 4 huevos grandes ligeramente batidos
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

Además, necesitas una masa para tartas o pasteles. Puedes hacer la que quieras, incluso de hojaldre, quebrada o para tartas dulces.

Preparación el chess pie

Precalienta el horno a 220°C/425°F. Prepara la masa y colócala en un molde para tartas engrasado ligeramente, cúbrela con papel de aluminio, coloca peso encima (como granos secos u otros) y lleva al horno ya caliente por unos 5 minutos. Retira el peso y termina de cocinar la masa hasta que la veas dorada y cocida. Reduce el horno a 175°C/350°F, retira el pastel y deja enfriar.

En un bol, mezcla el azúcar, la fécula, la harina y la sal. Incorpora la mantequilla blanda y la leche junto con el vinagre y, ya integrado, agrega los huevos de a uno. Puedes batir o usar una espátula para asegurarte de que todo esté bien unificado. Ya listo, vierte el relleno sobre la masa cocida y fría.

Cubre los bordes de la masa de chess pie con papel de aluminio para evitar que se queme, y cocina por unos 50 minutos (o más) hasta que veas el pastel algo dorado y bien cocido. Puedes usar la prueba del palillo de madera para corroborar el punto de cocción. Retira del calor y deja enfriar en el molde por unos minutos, y después sobre una rejilla.