Cómo enfrentarse ante niños desobedientes y con mala conducta
La mala conducta en algunos niños pone en peligro la buena convivencia de la familia, y la imposibilidad de poner límites genera aún mas problemas. ¿Cómo enfrentarlos?
La constante actitud transgresora de algunos niños puede alterar el ambiente familiar, generando verdaderas situaciones de estrés
Cómo tratar a los niños rebeldes y con personalidad
Quizás antes no se notaba tanto, pero actualmente los niños desde muy temprana edad comienzan a cuestionar la autoridad de los mayores, desde las más pequeñas reglas de comportamiento hasta las negativas más rotundas.
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Pero esto no debe verse como un problema, sino como parte del desarrollo natural y que en muchos es hasta beneficioso, porque generan más situaciones en las que se les debe enseñar a respetar las normas básicas de la sociedad.
Sin embargo, por mejor empeño que pongamos en educar y cuidar el comportamiento de estos niños, su constante actitud transgresora puede alterar el ambiente familiar, generando verdaderas situaciones de estrés tanto en los padres como en los hermanos. Por su forma de reaccionar, este tipo de niños logra “sacar de las casillas” a cualquiera, ya que pueden reaccionar con una rabieta importante o con una actitud pasiva pero sistemática de desobediencia, que va en aumento cuando se impone un castigo.
Causas de la desobediencia y situaciones de colaboración
Causas. Existen muchas formas de solucionar la desobediencia de los niños, pero siempre es bueno comenzar por preguntarse si existe alguna causa, sea explicita o aparente, que genere este tipo de conductas (divorcios, dificultades en la escuela o el grupo social, problemas con algún familiar, etc.) y en caso de que al niño le cueste hablar con alguno de sus familiares, se puede consultar con un docente o un psicólogo.
"Es clave enseñar a los niños a respetar las normas básicas de la sociedad."
Situaciones. De no encontrar causas posibles, se puede optar por generar situaciones de colaboración más que de cumplir con reglas u obligaciones. La idea es que las cosas se hagan con el niño, pedirle que acompañe en las tareas aunque no las haga y conversar, y en algún momento de la charla, se le puede pedir que ayude alcanzando algo o llevando su ropa a su habitación, por nombrar una actividad en la que el niño debe colaborar… es decir, integrarlo a las tareas habituales del hogar para que no sienta que se le imponen.
Con respecto a las normas de comportamiento y las actitudes ante los demás, la forma más efectiva es no hacer lo que el niño pide hasta que lo haga de la forma correcta, por más difícil que sea.