Cómo Corregir a Niños que Pegan

De más está decir que si en casa hay golpes, los niños tomarán esa conducta como algo normal. Por supuesto que en ningún hogar debe haber violencia física o verbal (haya o no niños), pero ten en cuenta que se trata de algo mucho más amplio: también los golpes en chiste y las pequeñas palmadas de regaños (como cuando se castiga suavemente a los niños en la mano cuando están a punto de tocar el tomacorrientes), y hasta la violencia que ven en la TV todos los días demuestran a los pequeños que esa conducta es “socialmente aceptable”.

Para corregir a niños que pegan es fundamental prestar atención a lo que sucede alrededor. Sus mentes son pequeñas pero poderosas esponjas, que aprenden e interpretan conceptos a una velocidad estrepitosa. Así, si tienes hijos adolescentes o mayores que juegan a darse suaves golpes entre sí, los niños pequeños aprenderán que esa conducta no sólo es aceptable, sino también cariñosa. Pronto la trasladarán a sus propias vidas, y allí hay un problema potencialmente grave.

"Para corregir a niños que pegan es fundamental prestar atención a lo que sucede alrededor. Si en casa hay golpes, los pequeños tomarán esa conducta como algo normal."

Cómo corregir a niños que pegan

Hay una edad especialmente propensa a desarrollar esta conducta del golpe, y es antes de cumplir el primer año de edad, particularmente entre los 9 y los 12 meses. Ya que el vocabulario, siquiera la capacidad oratoria de los pequeños aún no están plenamente desarrollados, su comunicación se vale de gestos y acciones. Es decir: el afecto puede expresarse a través de un abrazo, y el enojo (entre tantos otros) puede hacerse desde la agresividad.

Si el niño tiene un juguete y otro pequeño lo toma, su reacción puede ser la de pegarle. Ya que es una conducta aprendida y tomada como socialmente aceptable, no comprende por qué lo regañan por eso. Así, la mejor manera de evitar los golpes es no mostrárselos, ni en broma, ni en la TV, ni en ningún otro aspecto.

Al mismo tiempo, nunca reprendas un golpe con otro golpe: si tu pequeño reacciona violento cuando le bromeas, no lo regañes pegándole suavemente en su mano, pues sólo estarías contradiciéndote. En cambio, di claramente “no” y, si la conducta se repitiera, toma sus manitos y llévalas hacia su cuerpo. No estalles en ira, sino actúa con paciencia, cariño y calma: estarás demostrándole que esa no es una conducta aceptable, de un modo que podrá comprender muy fácilmente.

¿Por qué golpean?

Los golpes son, para los más pequeñitos, un medio de expresión y comunicación. No denotan problemas de conducta ni tampoco una personalidad violenta. Más marcado aún en menores a los tres años: pegar es una respuesta aprendida a través de la imitación (nuevamente: de las personas del hogar, de la guardería, de la TV).

Si tu hijo tiene esta conducta, intenta identificar la fuente de la misma y a la vez, frenarla cuanto antes. Por ejemplo, si te pega cuando lo tienes en brazos, demuéstrale y dile que eso te hace doler, y no cedas a su berrinche. Pronto comprenderá que esa no es una comunicación eficiente.