Cómo comunicarte y entender a tu hijo preadolescente
La preadolescencia es una etapa que suele dar inicio a los cambios habituales de los teens. Conoce de qué se trata y cómo acompañar a tus hijos en este momento tan especial.
La pre-adolescencia es el tiempo que marca a los jóvenes en lo que hoy se ha dado en llamar “tweens"
Cómo acompañar a tus hijos preadolescentes
Antes de la temida adolescencia de nuestros hijos, hay un breve período de transición; son los años en lo que todo empieza a cambiar, desde sus cuerpos y mentes hasta su relación con el mundo que los rodea, incluyendo la conexión con mamá. Es un lapso más corto (normalmente de uno a dos años), pero tiene una carga emocional igualmente significativa en la vida de nuestros jóvenes. Es la pre-adolescencia, el tiempo que los marca lo que hoy se ha dado en llamar “tweens”.
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Aquí hablaremos sobre algunos buenos métodos para fortalecer la comunicación y la relación con los hijos preadolescentes, procurando acompañarlos en esos primeros (y muy difíciles) pasos en el sendero que los hace dejar de ser niños para abrirse paso con dirección a la adultez.
¿Qué es la preadolescencia o los “tween years”?
La preadolescencia, o “tween years”, suele extenderse aproximadamente entre los 10 años de edad hasta los 12 o 13, cuando se da comienzo a la adolescencia en su sentido formal. Dependiendo de dónde vivas, estas edades pueden coincidir con el cambio de ciclo de escolaridad (cuando terminan la elemental o primaria y pasan a la escuela secundaria, bachillerato u otro sistema). También el factor biológico demarca esta época. Si bien cada niño y niña tendrá sus propios momentos de cambios en sus cuerpos, los 12 a 13 años es cuando en promedio se da inicio a su pubertad. Este es el paso definitivo para dejar la infancia y comenzar la adolescencia y, en sus últimos años, hay un cambio gradual tanto en su físico como en su parecer que los define.
"La preadolescencia es un período delicado. Los hijos no se identifican a sí mismos como “niños”, pero aún no son completamente adolescentes."
La preadolescencia es un período delicado. Los hijos no se identifican a sí mismos como “niños” (de hecho suelen enfadarse cuando los llamas “bebé” o “pequeño”), pero aún no son completamente adolescentes. No se definen en ninguna de las dos etapas. Súmale a esto los cambios físicos que comienzan a aparecer, las nuevas maneras de interpretar el mundo y los inevitables cambios de humor. Esta es una época muy temida por los papás y las mamás: es cuando los hijos conocen las verdades de la vida - ya sabes: sobre Papá Noel o Santa Claus, sobre el Hada de los Dientes, y también es cuando comprenden que sus papás y mamás no son en verdad superhéroes, sino personas como las demás.
Dependiendo de cada familia, es también cuando conocen la procedencia de los bebés y los asuntos de sexualidad, amor, enamoramiento (normalmente de sus pares y también de sus maestras o profesores) y sobre corazones rotos. ¡Son demasiados cambios para poder asimilarlos con calma!
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Algunos cambios habituales de los preadolescentes
En la preadolescencia, tus hijos pueden comenzar a actuar de modo diferente. Algunos sólo experimentan cambios simples, mientras que en otros demuestran conductas por demás llamativas. Uno de los cambios más frecuentes es que los tweens dejan de tener un apego excesivo con sus papás y mamás, y comienzan a identificarse en lo emocional con sus pares, con sus ídolos y hasta con otros adultos a quienes toman como nuevos modelos de vida: desde actores de cine y cantantes, hasta personas en sus campos de interés. Tu hijo, que antes solía correr a abrazarte y te llamaba “mami”, hoy se puede mostrar pudoroso y llamarte “má” o “mamá”, con menos demostración afectiva e infantil, por pudor frente a los demás.
También es habitual que notes cambios en su vestimenta. Comienzan a seguir modas específicas, actúan o imitan a sus celebridades de interés (mayormente músicos adolescentes de moda), y pareciera que sólo hablan de ellos y de sus amigos. Es importante que permitas que tengan esta libertad de parecer y no le obligues a dejar de expresar sus intereses: cuanto más a gusto se sienta compartiéndolas contigo, mejor podrás saber qué es lo que sucede en la mente y el corazón de tus hijos preadolescentes.
"Uno de los cambios más frecuentes es que los tweens dejan de tener un apego excesivo con sus papás y mamás, y comienzan a identificarse con sus pares."
No intentes vestir, actuar ni hablar como tus tweens, pero sí muestra interés por sus preferencias. Aprovecha el tiempo a solas para dialogar sobre estos asuntos: no lo hagas cuando recibe a sus amigos en casa hasta tanto no sea el niño o la niña quien te estimule a ello. Si quieres, escucha la música o mira las series de TV que él o ella mencione cuando estés a solas. Así podrás comprenderlo mejor y, por sobre todo, conocer de qué se trata eso que le apasiona.
Y fundamentalmente, ten paciencia. La predolescencia es una etapa necesaria en el desarrollo de tus hijos, y la manera en la que la atraviese definirá en gran medida cómo será su adolescencia y cómo se sentirá al compartir su nuevo ser contigo. ¡Está convirtiéndose en adulto, y tú querrás estar a su lado!