¿Qué es la Eutonía?

Ventajas de armonizar el cuerpo

Hablando en reglas generales, no solemos notar la manera en la que utilizamos el cuerpo. No somos plenamente conscientes de los músculos que tensamos al caminar, al hablar, al respirar, pero estas son acciones que suceden constantemente. Peor aún, cuando estamos en pleno estado de reposo, sin notarlo estamos tensando músculos: abdominales, en la espalda, los hombros, los del pecho. Este desequilibrio de nuestras acciones empeora el estrés y la tensión muscular, lo que impide una correcta respiración y flujo sanguíneo, y nos deja más expuestos a problemas en la salud.

El problema está en que hemos tomado tanta tensión durante tanto tiempo, que nuestros cuerpos la han asimilado como un estado normal. Por decirlo de algún modo, hemos olvidado cómo relajar nuestro cuerpo. Y es fácil de notar: si preguntas a las personas que te rodean, te sorprenderá saber cuántos de ellos tienen bruxismo, piernas inquietas o espasmos musculares incluso mientras duermen.

"La eutonía es una práctica que busca conocer cuál es el grado óptimo de tensión muscular para cada movimiento que tu cuerpo realice."

Entonces, ¿qué es y qué hace la eutonía?

La eutonía es una práctica que busca, a través del autoconocimiento y de la introspección, conocer cuál es el grado óptimo de tensión muscular para cada movimiento que tu cuerpo realice. Para lograrlo, debemos conocer cómo nos sentimos con cada tensión: si provoca dolor, incomodidad o molestia alguna, es una tensión inadecuada. Pruébalo: ahora mismo, relaja el cuello y la cabeza, posándola en el respaldo de tu silla o en la almohada. ¿Notas una diferencia placentera?. Entonces la tensión que tenías antes, sin notarlo, es de un grado inadecuado para tu óptimo bienestar. De esta noción deviene su nombre: “eu” (armonía), “tonía” (tono o tensión).

Su aplicación práctica se basa en la auto exploración, en el conocimiento de tu propio cuerpo sobre lo que resulta placentero, adecuado o inadecuado en cada caso particular. Específicamente, se ejecuta mediante movimientos de estiramientos (stretching) que buscan lo que se ha dado en llamar “educación de tono”, en términos más simples: estirar para saber cuándo es adecuado y cuándo demasiado en cada caso. Lo genial de la eutonía es que puede realizarse en cualquier momento y lugar, como búsqueda de solución para un dolor, o como técnica de prevención y de mejora física.

Cómo practica la eutonía

Un buen modo de comenzar con esta práctica es tumbarte en el suelo, sobre la colchoneta, y tomar conciencia de tus grupos musculares, tensándolos y luego relajándolos por competo. Notarás la diferencia y podrás experimentar los grados de tonificación y tensión adecuados para cada uno. Ve explorando tu cuerpo, por ejemplo, moviendo o tensando sólo una mano para identificar qué otros músculos se activan al hacerlo, luego la otra mano, un pie a la vez, una inhalación profunda, una exhalación completa, y así. Te sorprenderás de ver cómo está conectado todo tu cuerpo, y cuánta diferencia hay entre lo que consideras “normal” con el verdadero estado de relajación.

Así, podrás ir trasladando esta noción a las demás actividades de tu vida. Por ejemplo, nota qué músculos se tensan en tu brazo, hombro, pecho o espalda cuando usas el mouse de tu ordenador, e intenta usar el ratón sin tensar más músculos que los de tu muñeca y mano. Cuando vayas a subir un peldaño, nota si tienes tensos los músculos de la nuca, de la espalda, de la cabeza, y así. Intenta aislar los grupos musculares, y notar cuándo hay tensión extra en otras zonas de tu cuerpo, para relajarlas de una manera consciente.