Las comidas rápidas y un análisis de lo que le enseñamos a los niños
La comida de los niños debe ser siempre saludable, aunque comúnmente solemos "premiarlos" con comida chatarra. ¿Qué valores les estamos inculcando? Analicemos un poco esta situación.
El hábito de comer debe hacerse a diario, y siempre con alimentos saludables
El consumo de comida rápida en los niños: ¿premio o castigo?
La comida rápida y sus coloridos envases nunca es la mejor elección para un niño. Quizás todo padre y madre lo saben, pero también conocen ampliamente el goce que es consumirlas. Por eso, muchas veces reservan estas hamburguesas y patatas fritas para ocasiones especiales, como si se tratara de un premio, aunque en verdad es un castigo hacia la salud de tu hijo o hija.
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No fomentes el consumo de chatarra en tu hijo
La más famosa cadena de comidas rápidas ofrece lo que denomina un “menú infantil”, en el que se premia al niño con un juguete por comer su comida (poco saludable). Pero la comida es un privilegio, una herramienta para el crecimiento, y no un castigo a los niños. En casa solemos incentivar a los niños a comer diciéndoles cosas como “quien no termine su plato no tendrá postre”, en casos extremos de mañas a la hora de sentarse a la mesa. Pero si permites que tu niño comprenda que el juguete es un premio hoy, ¿qué harás mañana, cuando no quiera tomar su sopa en casa?
El hábito de comer debe hacerse a diario, con alimentos saludables y no sólo ante las grasosas hamburguesas con patatas y quesos fundidos. El niño, si es premiado por comer eso tan poco agraciado para su salud, debería serlo al doble por comer su fruta, sus vegetales, por beber agua en lugar de refrescos. ¿Acaso crees que esta es una buena enseñanza? ¿Qué el niño comprenda que merece un juguete por comer? Seguramente que no.
"Si el niño es premiado por comer chatarra, debería serlo al doble por consumir fruta, vegetales y beber agua en lugar de refrescos."
¿Comer es un castigo o un premio?
La comida, en sí misma, es el premio para el niño. Úsala a la inversa: si el pequeño ordenó sus juguetes, prométele preparar en casa su comida favorita, siempre saludable. Enséñale que los refrescos no son una bebida saludable, y hazlo dando el ejemplo. Si los adultos beben refrescos en casa, los niños lo comprenderán como natural. En cambio, si bebes agua fresca y saludable, potenciarás este consumo en casa, lo que pronto se trasladará a los demás ambientes.
Si das a tu hijo una comida rápida cargada de grasas y conservantes, y por encima de ello lo premias con un juguete, ¿qué le estás enseñando?. Que esa es una conducta positiva, que merece regalos por comer, que las hamburguesas son una buena elección. Este aprendizaje se fija en la mente de los niños.En lugar de eso, haz hamburguesas en casa, con patatas “fritas” al aire, con carne y cebollas frescas, con pan integral tostado y rociado con aceite de olivas. Será una verdadera delicia, y mil veces más saludable que las comidas industrializadas que se venden por allí.