5 Recetas con Semillas de Calabaza

Prepara tus ingredientes y disfruta de estas semillas o pepitas en platillos saludables, fáciles de hacer y con todo el sabor.

1. Sopa de semillas de calabaza

Ingredientes:

• 2 tazas de pepitas de zapallo o calabaza crudas
• 1 litro de agua segura
• 1 diente de ajo, pelado y picado
• 1 cebolla mediana, pelada y picada
• ½ pimiento morrón (rojo) asado, sin piel ni pepitas
• 2 tomates pequeños (perita) asados o cocidos al horno, sin piel ni semillas
• 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen
• Sal marina, orégano fresco picado, perejil fresco picado, pimienta negra recién molida, al gusto

Preparación

Coloca en la licuadora un poco de agua y las semillas. Pulsa para reducir a una crema homogénea. Cuela para retirar las partes sólidas de la cáscara, vuelve la pasta a la licuadora y ve agregando lentamente el resto del agua, integrando muy bien. Vierte en una olla o cazuela sopera y cocina a fuego bajo-moderado para hervir por 10 minutos.

"Prepara tus ingredientes y disfruta de estas recetas en platillos saludables, fáciles de hacer y con todo el sabor."

En una sartén, coloca el aceite de oliva y sofríe allí el ajo y la cebolla hasta que quede transparente. Luego, agrega los tomates picados, el pimiento picado y las hierbas al gusto. Agrega a la olla y cocina hirviendo por 10 minutos más. Sazona con sal y pimienta al gusto, y sirve con unas semillas tostadas por encima.

2. Ensalada con pepitas de calabaza

Ingredientes:

• 1 planta de lechuga arrepollada mediana, lavada y desinfectada
• 1 tomate redondo sin tallo
• 1 cebolla blanca pequeña, pelada y picada
• 1/2 taza de semillas de girasol peladas y tostadas
• 1/2 taza de pepitas de zapallo o calabaza tostadas o secas al sol
• 1 taza de germinado de soya o de alfalfa (opcional)
• 1 taza de brécol cocido al vapor y picado groseramente

Preparación:

Para hacer esta receta, pica la lechuga en tiras finas (juliana) y corta el tomate en cubos, quitando la piel y las semillas si prefieres. Coloca en una ensaladera espaciosa, incorporando las pepitas, el germinado y el brécol cocido. Condimenta con sal marina y pimienta negra recién molida al gusto, y sazona con aceite de oliva extra virgen y vinagre de manzana, o con una vinagreta simple siguiendo la próxima receta.

3. Vinagreta de semillas de calabaza

En la licuadora, coloca 1/2 taza de semillas de zapallo o calabaza crudas o secas al sol y un poco de agua, y reduce a una pasta liviana. Cuela para quitar los sólidos, vuelve a la licuadora y agrega el jugo de 2 naranjas, cuatro cucharadas de aceite de oliva, una cucharadita de vinagre de manzana, una cucharadita de mostaza, ¼ de taza de nueces peladas y sal marina, al gusto.

4. Barras dulces de pepitas de calabaza

Ingredientes:

• 1/2 taza de agua segura
• 2 tazas de azúcar (morena, rubia, blanca, la que prefieras)
• 1 rodaja de limón sin semillas, cortada en dos mitades
• 115 gramos (unas 4 onzas) de semillas de zapallo crudas
• 2 cucharadas de mantequilla, bien blanda
• Opcional: 2 tazas de frutos secos picados (nueces, almendras, avellanas, cacahuates, a elección)
• Opcional: 1 barrita de chocolate semi amargo

Preparación:

Prepara una placa para horno con bordes bajos, colocando papel enmantecado o papel de hornear rociado con aceite vegetal. En una olla, coloca el agua y el azúcar, incorpora el limón, y cocina en fuego bajo-moderado hasta que rompa hervor.

Reduce el fuego a bajo y cocina hasta que tome un color dorado (caramelo). En este punto quita el limón y agrega las pepitas de calabaza, la fruta seca picada si quieres, y la mantequilla. Mezcla muy bien con una cuchara de madera, y vuelca en la placa preparada.

Sin dejar enfriar, ralla el chocolate por encima para que se funda y adhiera, si quieres. Deja enfriar, corta en barras a tu gusto, y conserva envueltas en papel film dentro de la nevera.

5. Semillas de calabaza tostadas

No podíamos dejar fuera de nuestra lista a la manera más tradicional de consumir pepitas de calabaza. Para tostarlas, primero extrae las pepitas y lávalas bien, mientras precalientas el horno a baja temperatura, unos 150°C o 300°F, aproximadamente. Déjalas escurrir y sécalas con un paño limpio y seco.