10 Objetos para Atraer la Buena Suerte

Es que hay muchas opiniones, falsas creencias populares, y hasta cosas propias de cada persona que luce y utiliza como si fueran objetos de buena suerte, cuando tan sólo ha sido elementos que llevaban consigo en una cierta oportunidad, y a los que ha conferido ese mote de “amuleto”. Pero hay otros decorativos que puedes lucir en tus accesorios o en cualquier rincón de tu hogar, que sí poseen esta definición por naturaleza. Aquí tienes los 10 objetos de buena suerte que se comparten entre distintas culturas y prevalecen a lo largo del tiempo.

Amuletos de buena suerte más habituales

Los siguientes elementos tienen simbologías adquiridas como "de buena suerte":

1. Campanas y Carrillones: Como todo elemento que hace ruido (es decir: vibraciones en el aire) y que tiene movimiento, estos objetos de buena suerte estimulan la circulación de energías, acelerando la fluidez de las negativas y atrayendo a las positivas. Puedes usarlos en cualquier sitio del hogar donde el aire las haga sonar, o a modo de dije en brazaletes y collares.

2. Ojo: Las imágenes de ojos (en estampados, fotografías y objetos por igual) son geniales para la protección y la prevención de desgracias. Llévalos en el coche, en tu cartera, o lúcelos en tu hogar. Aprovecha el misticismo del Ojo de Horus, el Ojo de Isis y otros.

"Como todo elemento que hace ruido y produce vibraciones, las campanas y carrillones son objetos de buena suerte que estimulan la circulación de energías positivas."

3. Ojo turco (azul, de vidrio y circular): Este particular objeto aparta el mal de ojo, las malas intenciones y deseos hacia nosotros, y nos protege contra toda maldad. Es un genial amuleto para la buena suerte.

4. Granos de arroz: Son los símbolos máximos de la fertilidad, la abundancia, la salud y la protección. Puedes usarlo en botellas o frascos de vidrio incoloros, decorando tu hogar, o usar aquellos viejos y –ahora- novedosos granos de arroz escritos con nombres, figuras y palabras beneficiosas, a modo de dije o pendiente.

5. Tortuga: Este añoso animal simboliza la paciencia, la familia y es ideal para atraer la buena suerte al hogar. Que no falte como decoración y, si la ley de tu ciudad lo permite, también como mascota a la que cuides con mucho esmero y amor.

6. Llaves: Las llaves antiguas son objetos de buena suerte para tener en los negocios o en la oficina, mientras que las llaves en general simbolizan el “abrir puertas”, las nuevas oportunidades, y son geniales para llevar como accesorio todos los días.

7. Los dados del porvenir: Son dados de colores normalmente metalizados, aunque puedes llevar dados de felpa o mullidos como los que se utilizan en el espejo retrovisor del coche. Simbolizan la buena suerte hacia el futuro.

8. Los delfines: Tan afamados por su belleza e inteligencia, también son objetos para atraer la buena surte, en especial si van en pares. Son especialmente provechosos para los estudios y el trabajo.

9. Las estrellas: Particularmente si lucen 5 puntas, con la superior bien orientada hacia arriba. Aportan luz y espiritualidad a nuestro ser y ambientes.

10. El corazón: Aunque los usamos como símbolo exclusivo del amor, los corazones son buenos objetos para atraer la buena suerte, pues generan buenas compañías y propician la concreción de los buenos deseos e intenciones.

Ritual para atraer la buena suerte

Si además de los amuletos quieres hacer un ritual para atraer las buenas energías, a continuación te daremos las instrucciones para hacer uno. Pero ten presente que se trata de una actividad de fe, y debemos ponerla en marcha con pleno uso de conciencia.

Lo más importante es tener el corazón puro: Nuestras intenciones deben de ser buenas e inocentes, buscando siempre el beneficio (propio o ajeno) y nunca el perjuicio o la malicia. Recuerda que el ingrediente principal de estos rituales es la sinceridad: es nuestra actitud la que, en definitiva, permitirá la llegada de la fortuna, del amor y de lo positivo a nuestra vida.

Pasos para hacer el ritual

Comenzaremos por reunir pocos elementos y despejar la mente, predisponiéndonos a actuar con fe y esperanza de que la buena fortuna está a punto de proteger todas nuestras acciones. Los elementos que necesitamos son una copita de coñac, y siete velas de variados colores: roja, rosada, verde, blanca, azul, amarilla y naranja. Estos colores no son seleccionados al azar:

• La roja es para atraer el amor y la pasión
• La rosada es para evocar la ternura
• La verde es para atraer la prosperidad y el equilibro, junto con la abundancia
• La blanca representa la pureza y las buenas intenciones
• La azul refleja el honor y la verdad
• La amarilla atraer la iluminación y la felicidad
• La naranja aleja las tristezas

Para realizar el ritual, colocaremos las velas en una mesa o superficie (siempre atentos a respetar las medidas de seguridad al respecto), alineadas en el orden que deseemos. Al centro de las velas pondremos la copita de coñac.

Luego, iremos encendiendo las velas de a una, con la mente puesta en atraer la buena fortuna y la suerte en nuestras actividades, pero sin pensar en alguna en particular. Dejaremos que las velas se consuman completamente, sin que se apaguen por causa de corrientes de aire, mientras pensaremos en lo bella que será la vida cuando la buena suerte golpee nuestra puerta.

Al consumirse la última vela, beberemos de un sorbo la copita de coñac, en un verdadero brindis en honor a la buena fortuna que ya ha entrado a nuestra existencia.

¿Cuál es el mejor momento para hacer el ritual?

Algunos detalles a los que podemos poner atención, además de nuestra buena intención de pensamiento, son las condiciones en las que efectuaremos el ritual para atraer la buena suerte. Por ejemplo, el momento del mes más propicio para ponerlo en marcha  es cuando la luna se halla en su cuarto creciente, de preferencia durante la primera noche de este ciclo.

Hay un día de la semana que es el más propicio. En reglas generales, es el mismo día de tu nacimiento. Con ello, si naciste un lunes y en este mes la luna entra en su fase creciente un lunes, puedes realizar un ritual bienintencionado con toda tranquilidad, ya que estas dos condiciones representan un buen augurio.