Tipos de cerraduras y características de cada una

Tipos de cerraduras: expuestas y ocultas

En reglas general, es hay dos tipos de cerraduras o sistemas de cierre: las expuestas y las ocultas:

Cerraduras de sobreponer. Son sistemas de cierre que quedan al descubierto, colocándose con tornillos a la puerta o ventana en una pieza que encastra sobre otra, colocada y sujeta al marco. Pueden ser simples o complejas, y son las adecuadas para puertas u hojas de ventana que se abren de manera convencional, sujetas en sólo uno de sus laterales. Al elegir este tipo de cerraduras, se debe tener en cuenta su material de fabricación, pues al estar expuestas pueden resultar más vulnerables. Se las utiliza, idealmente, para complementar el sistema de cierre propio de la puerta o de la ventana.

"Las cerraduras cilíndricas, son cerraduras embutidas en cuyo interior existe un cilindro (bombín de pera o de perfil europeo), que es donde se introduce la llave de apertura."

Cerraduras de embutir. Son las que se colocan por dentro de la estructura de la abertura, como las cerraduras convencionales de las puertas. Funcionan mediante la introducción de una llave que, al girar, destraba el pestillo que traba la abertura.

Tipos de cerraduras según su funcionamiento

Dentro de esta característica de cerraduras expuestas y ocultas, también hay clasificaciones según su método de acción o su funcionamiento, a saber:

Cerraduras cilíndricas. Son cerraduras embutidas en cuyo interior existe un cilindro (bombín de pera o de perfil europeo), que es donde se introduce la llave de apertura. Son un tanto más seguras o menos vulnerables que las cerraduras convencionales, muy adecuadas para las puertas de ingreso.

Cerradura tubular. Es un tipo de cierre que puede trabarse mediante la acción de un botón o manivela, de forma manual. Son apropiadas para habitaciones y cuartos de baño, pues pueden accionarse desde dentro, y también logran destrabarse con sólo girar el picaporte o la manilla.