Cómo Subir la Autoestima de un Niño

Lo primero es dar el ejemplo

Una manera de subir la autoestima de un niño es dar un buen ejemplo. Si te pasas todo el día quejándote de tus imitaciones, con mala cara y repitiendo frases como “yo no sirvo para esto”, eso es lo que tus hijos aprenderán y, peor aún: lo tomarán como “normal”, como la manera en la que los adultos deben comportarse. La imitación y el aprendizaje por observación son herramientas por demás significativas en los niños. Si su mamá, papá o la figura a seguir no intentan algo porque no se creen capaces, rara vez el niño contemplará la posibilidad de ser diferente.

"Si sus padres no intentan algo porque no se creen capaces, rara vez el pequeño contemplará la posibilidad de ser diferente."

De igual modo, si tú estás repitiéndole a tus hijos una y otra vez que ‘no trepen a ese árbol porque seguro caerán al suelo’, lo que haces es limitar las capacidades de explorar el mundo, creando el temor de no intentar acción alguna, porque no tiene la habilidad, el conocimiento o la “naturaleza” de tener éxito en ello. Recuerda que todo concepto siempre crece en la mente de un niño en formación, y si dejas que el temor o la frustración se asienten en sus mentes, pronto se trasladarán a otras áreas de sus vidas.

Cómo subir la autoestima de un niño

La confianza y las palabras de aliento son una genial manera de estimularlos a animarse a más, a querer aprender, a explorar y también a equivocarse. Esta es una oportunidad genial para elevar su autoestima: cuando falla, saber que cuenta con el apoyo de la familia diciéndole que eso es sólo un obstáculo que él o ella sí puede vencer, ayudarle a conseguir las herramientas que necesita, y acompañarlo a probar una y otra vez hasta tener éxito, es una escalera hacia arriba que culmina en una actitud confiada y feliz.

No temas que tu hijo fracase, caiga, raspe sus rodillas aprendiendo a pedalear en su bicicleta. Los errores son la manera en la que aprendemos a hacerle frente a los problemas, y lo que nos impulsa a buscar la forma de lograr eso que buscamos. Un niño constantemente protegido por una mamá que le dice que ni siquiera lo intente porque está la posibilidad de fallar, crece para saberse incapaz de avanzar, de probar, de buscar lo que necesita. Y esto, claro, se traduce en un muy bajo nivel de autoestima y de confianza en sí mismo.

Procura dar buena importancia al proceso, y no sólo al resultado. Cada pequeño logro debe ser celebrado, no esperes a que el niño compita en el triatlón para felicitarlo, sin antes haberlo hecho al poder pedalear en su bici sin caer por algunos metros. Usa palabras positivas para fomentar su esfuerzo constante. No lo empujes a lograr la meta de pronto, sino acompáñalo en su recorrido y en sus pequeños avances. Dale la confianza que necesita para abrirse paso en la vida, sin darle todo en una bandeja de plata, sino ayudándolo a encontrar las herramientas que necesita para lograrlo.