Síntomas del Alzheimer
El Alzheimer es una de la enfermedades más dolorosas para los familiares de quienes lo padecen. Veamos cuáles son los síntomas mas notables para detectarlo.
Señales para detectar el Alzheimer
El Mal de Alzheimer es una condición neurodegenerativa presente en muchas personas en todo el mundo. Sus causas son diversas, y su tratamiento hoy es posible gracias a los numerosos avances en la investigación médica.
Para una correcta diagnosis se debe conducir estudios de la mano de profesionales especialistas en la materia, pero la información puede ser el ingrediente principal para su detección temprana. Conoce los síntomas que revelan la posibilidad de padecer Alzheimer, y consulta al médico si notas algunos o todos ellos en cualquier persona.
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Síntomas del Alzheimer
El primer síntoma, muy característico, es el de cambios en la memoria. La persona comienza a olvidar cosas: primero las más leves, como las llaves del coche o los cumpleaños de los seres queridos, y luego avanzando hasta llegar a casos graves en los que se olvida a las personas. Es un síntoma que se puede observar de cerca y no es para alarmarse, después de todo, con el estrés actual y las numerosas ocupaciones, puede que no se trate de problemas en la memoria sino de falta de atención.
Otro síntoma del Alzheimer, quizás más observado en las personas de edad, es la dificultad para resolver problemas, o bien para planificar acciones. Puede evidenciarse ante la necesidad de leer del papel una receta que siempre se hizo de memoria, en un cambio en su manera de jugar al ajedrez, y hasta en una falta de concentración en las tareas cotidianas. Además, puede haber dificultad en cálculos matemáticos simples, como sumar y restar.
"El primer síntoma, muy característico del mal de Alzheimer, es el cambio en la memoria. La persona comienza a olvidar cosas."
También aparece el problema para realizar acciones habituales, ya en casos asentados de Alzheimer. Puede ser una dificultad para recordar un camino habitualmente recorrido, aplicar el presupuesto determinado para el hogar o el trabajo, y hasta recordar el método correcto para programar el horno de microondas.
Síntomas notables de Alzheimer
Cuando el Alzheimer se hace presente de forma notable aparece el síntoma de la desorientación. La persona olvida fechas, nombres, citas o no puede llevar un registro exacto del paso del tiempo, como si las horas no transcurrieran en su mente. A menudo se presenta en ancianos, quienes olvidan dónde están, por qué están allí, qué iban a hacer en ese sitio, y cómo fue que llegaron a ese lugar.
Las funciones de comprensión también se van deteriorando. Hay quienes presentan dificultad para relacionar imágenes u objetos en el ambiente, aparecen los problemas al leer y para seguir las líneas de una conversación. Estos son síntomas a observar muy de cerca, pues pueden presentar un peligro ante la conducción de un coche o el manejo de herramientas y maquinarias. Al mismo tiempo, pueden surgir problemas con el uso de las palabras, su significado y la formación de frases, ya sea en el habla o por escrito.
Cambios en la conducta de un enfermo de Alzheimer
Es usual que las personas con Alzheimer aún no diagnosticadas cambien de ubicación los elementos o los dejen fuera de lugar. Así, luego no pueden hallarlos y aparecen las acusaciones de robos y las desconfianzas. Lentamente, puede ir desapareciendo el buen juicio ante estos hechos, mostrando una leve paranoia, y cuando se suman los demás síntomas puede haber una forma poco lógica de hacer las tareas, como desconfiar por robos mientras se abona el pago de los servicios del hogar.
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"Es usual que las personas con Alzheimer aún no diagnosticadas cambien de ubicación los elementos o los dejen fuera de lugar."
Finalmente, se va desvaneciendo la iniciativa y las ganas de participar activamente en lo social y en lo laboral, algo que suele verse acompañado de depresión y angustias. La persona ya reconoce que algo no funciona bien en su mente, y que ya no comprende mucho de lo que lo rodea. Esto, en definitiva, nos trae a otro síntoma: el cambio de humor, una personalidad diferente, más lúgubre y hasta ofensiva, con enojos, desconfianzas, desagrado y muchas otras características negativas, que terminan por afectar por completo la vida de un enfermo de Alzheimer.
