Cómo ser un Viajero y no un Turista
¿Te animas a ser viajero en vez de turista? ¿Reconoces la diferencia?. Aquí conocerás la razón y también varios consejos para disfrutar de un viaje diferente
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Para ser un viajero en vez de turista tienes que visitar lugares fuera del circuito habitual.
La Diferencia entre Viajero y Turista
La Organización Mundial de Turismo ha determinado la diferencia entre un viajero y un turista. Si bien ambos viajan, no son sinónimos.
Un viajero es cualquier persona que sale de su domicilio y se dirige a otro sitio a cierta distancia. Puede ser por cuestiones de trabajo, de salud, de estudio, religiosos, etc. Y dentro del gran grupo de viajeros se encuentran los turistas. En este caso, son las personas que también salen de su lugar de residencia, y al llegar al sitio elegido, se dedican al ocio, es decir, no ganan dinero ni tienen obligaciones.
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Los turistas suelen ser meros espectadores de un atractivo y los viajeros, se involucran con el destino y las personas que allí viven. El primero se dedica a tomar fotografías y el segundo, a vivir experiencias a otro nivel. Los que practican turismo van a los sitios que eligen los demás, los que se deciden por ser viajeros conocen a fondo una zona y regresan a casa con muchos conocimientos. Es probable que el turista sólo lo sea 2 semanas al año y el viajero se lo pase la vida de aquí para allá. ¿Cuál de ellos quieres ser tú?
Tips para ser viajero y no un turista
¿Realmente quieres ser viajero y no un turista? Por supuesto que puedes, sólo es cuestión de seguir los siguientes consejos:
Dale un descanso a tu cámara de fotos
Cuando pensamos en un turista automáticamente se nos viene a la mente la imagen de un grupo de personas con sus cámaras colgadas al cuello retratando todo lo que ven o llama su atención. Bueno, si estás queriendo ser un viajero, no es que debes dejar la cámara en casa, pero no la estés usando todo el tiempo.
"Los que practican turismo van a los sitios que eligen los demás, los que se deciden por ser viajeros conocen a fondo una zona y regresan a casa con muchos conocimiento."
Entabla amistad con los lugareños, es la mejor manera de transformarte en viajero y no en turista
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Dedícate a disfrutar con tus propios ojos y no a través de la lente. Cuando algo te resulte interesante, acércate a mirarlo de cerca tú mismo, no con el zoom. Tal vez no puedas mostrar miles de fotos al regresar, pero si tendrás muchas anécdotas para narrar.
Sal del típico circuito turístico
Escapa a las opciones más turísticas como los buses especiales para hacer tours, los taxis o los coches de alquiler. El metro, el tren, el autobús (tradicional) y hasta la bicicleta son mejores opciones para ser un viajero y no un turista. Así verás como es el día a día de los residentes, conocerás personas, harás amistades y aprenderás mucho más que con un recorrido prefijado.
Nadie dice que si vas a París no subas a la Torre Eiffel o en Nueva York al Empire State, pero trata de no hacer lo que los turistas hacen en sus estancias. En los tours convencionales te muestran sólo una cara del destino. Explora lo que nadie te permite conocer. Recorre calles paralelas, aléjate un poco del centro, elige barrios no incluidos en las guías.
Una buena manera de conocer a fondo una ciudad es buscar a un “greeter”, una persona oriunda del lugar que organiza recorridos diferentes según los gustos de cada viajero.
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Aprende el idioma para ser viajero
Si vas a un país donde no hablan la misma lengua que tú, una excelente manera de dejar de ser el típico turista que llega, toma fotos y se va, es hacer el intento por aprender a comunicarte en el idioma local. Existen cursos intensivos para viajeros, o puedes pedir a un residente que te ayude. No dejes de aprender ciertas palabras que te pueden servir en tu día a día, te sentirás más conectado y menos ajeno al sitio.
Si aprendes a comunicarte podrás entablar amistad con los que viven en el lugar. De esta manera, estarás más cercano a sus costumbres, gastronomía, música, cultura, fiestas y más. Conocerás muchas personas en una salida nocturna, en la playa, si te alojas en un hostel, en la calle o en un restaurante.
Si logras que alguien te invite a comer a su casa y participas de una celebración familiar, aprenderás mucho sobre su cultura, algo realmente apasionante y que es preciso vivirlo en carne propia.
Comer en restaurantes para locales
Además de ser más asequibles, te permitirán conocer un poco más las costumbres y tradiciones de la gente del lugar. Las comidas son más abundantes y caseras, el ambiente es muy agradable y siempre podrás hacer amistades. ¿Dónde se encuentran? A unas cuadras del centro o en los barrios no tan conocidos, es decir, allí donde no te llevan los tours o buses turísticos.
"El metro, el tren, el autobús (tradicional) y hasta la bicicleta son mejores opciones para ser un viajero y no un turista. Así verás como es el día a día de los residentes."
También puedes visitar los mercadillos y ferias. Todas las ciudades tienen sitios donde la gente que allí vive va a hacer las compras. No elijas un supermercado, porque son iguales en todo el mundo. Los mercadillos te ofrecen muchos productos regionales, orgánicos, naturales y los ingredientes necesarios para preparar comidas típicas. Si te alojas en un sitio con cocina, una excelente manera de ser un viajero y no un turista es preparar platillos tradicionales.