5 Casas Malditas para hacer Turismo de Terror

1. La temida Transilvania

Hogar del nacimiento de numerosas leyendas y cuentos de miedo, Transilvania es un sitio que no debe faltar en tu tour de casas malditas. Sus castillos de Crovin y Bontida están, de hecho, maldecidos por los espíritus de prisioneros turcos que fueron forzados a cavar sus propias tumbas a mano (particularmente en Crovin) y por la escalofriante Dama de Blanco, una mujer de la nobleza asesinada por su esposo con una estaca de hierro que atravesó su cabeza (debido a una infidelidad).

Pero no sólo esos dos castillos embrujados han hecho famoso a este pueblo, sino su habitante más célebre: el Conde Vlad Tepes, quien tomara fama mundial cuando su propia historia dio origen a la del temido Conde Drácula.

"Pueblos fantasmas, apariciones, voces y lamentos sin origen estremecen a todos quienes visitan estos sitios haciendo turismo de terror."

2. Cementerios en Estados Unidos

Muchos prefieren recibir a la Noche de Brujas en un cementerio, pero sólo pocos se animan a hacerlo en el Cementerio Bachelor’s Grove de Chicago. Los espíritus de gánsters de la década de los ’20, hombres con dos cabezas, automóviles que aparecen de la nada y se esfuman en el aire, mujeres que ríen sin más preocupaciones pero que no tienen cuerpo… hay miles de historias fantasmagóricas en estos sitios, para algunos sacros, para otros malditos.

3. Casas malditas en Brasil

El sur del continente americano también es cuna de historias terroríficas y escalofriantes. Si te animas, visita Vale do Anhangabau, en Sao Paulo, poblado conocido como “el Valle de los Espíritus”, donde no uno, sino dos poltergeists se manifestaron en un edificio de gobierno en 1999, con voces, sonidos y hasta llamadas telefónicas del más allá; y en 1959, cuando una familia de la Hacienda Ulhoa fue azotada por 48 horas ininterrumpidas de una lluvia de piedras (caso en el que intervino la mismísima Iglesia Católica, en un exorcismo bastante conocido).

4. Alemania y el Castillo Falkenstein

Seguro has escuchado ese nombre por allí, y no por nada es parte de la lista de las más atemorizantes casas malditas del mundo entero. La propiedad ha pertenecido a la familia Von Asserburg desde el siglo XV, aunque una habitación permaneció siempre cerrada por ser escenario de fenómenos inexplicables.

En 1839, unos obreros ingresaron para ejecutar su trabajo, pero encontraron nada menos que el esqueleto de una mujer. Un siglo después volvieron a abrir la habitación, pero hallaron un cuchillo de carnicero pendiendo de una cadena desde el techo, durante la Segunda Guerra Mundial. La familia de esta casa maldita afirma que la habitación ha de mantenerse cerrada para contener los espíritus que la habitan, y han convertido el resto de la propiedad en un museo en verdad escalofriante.