Cómo Ser Menos Tímido

Practica para dejar de ser tímido

Para dejar de ser tímido es fundamental vencer esa barrera de la introversión y aprender a abrirte a los demás, sin temor y sin pudor. Comienza por aprender a mantener la mirada en los ojos de tus interlocutores, hablar libremente (aunque adecuado para la ocasión, claro), tener un buen tono de voz, y no tener vergüenza de expresar tu parecer o de proponer ideas cuando sientas que sumen a la situación. Todos esos factores, aunque parezcan lejanos para las personas tímidas, pueden ser desarrollados mediante la práctica.

Usa un espejo para analizar cuál es la imagen que proyectas al hablar, contándote a ti mismo esa idea que tienes o el guión de la última película que viste en el cine. Analiza cómo pones las manos, si sostienes la mirada (a menudo los tímidos evitan incluso mirarse a sí mismos en el espejo), cómo es tu lenguaje corporal, y haz los ajustes que consideres para tu situación. Después, podrás pasar a la práctica frente a tus personas de confianza, y lograr así el valor de al fin hacerlo ante desconocidos y personas con las que no tengas demasiada familiaridad.

"Una manera de participar en conversaciones es hacer preguntas. No de modo invasivo, sino como seguimiento de acuerdo a lo que la otra persona vaya contando."

6 tips para ser menos tímido

Una vez que hayas practicado frente al espejo y hayas ajustado tu lenguaje corporal, sumando un poco de experiencia con tu familia y tus amigos cercanos, prueba con estas técnicas fáciles para vencer la timidez:

1. Ten preparados temas de conversación: Antes de ir a una fiesta o a un bar, mira la TV, el noticiario o una revista de actualidad online, para estar más al tanto de los sucesos de los que quizás se hable en el encuentro. Prepara algunos temas de conversación que te ayuden a romper el hielo ante los desconocidos, y practícalos frente al espejo. Cuanto más informado estés, más fácil te será participar en una conversación. Eso sí: no abuses de tus conocimientos, úsalos para dialogar y no para dar una conferencia.

2. Mira a los ojos, y sonríe: Incluso cuando no estés participando de la conversación sino prestando atención a tu interlocutor, hazte el propósito de mirar a esa persona a los ojos regularmente. Tu gesto también debe ser ameno y abierto: con una simple sonrisa neutra que mantengas, será suficiente para que la otra persona no se sienta intimidada, ni piense que eres alguien apático con la que seguramente no tendrá el impulso de compartir.

3. Prepara tu introducción: Para iniciar una conversación con alguien, la mejor manera de romper el hielo es acercarte al grupo o a la persona, mirarles a los ojos, y presentarte con un saludo, tu nombre, y quizás tu profesión, si fuera un encuentro de trabajo. Esto es “Hola, soy Juan, el encargado de la línea de producción”, o bien “Hola, soy María, mucho gusto”. Extiende la mano, y permite que la otra persona también se presente para entablar las primeras palabras de la conversación.

4. Cuando no sepas, pregunta: Una manera de ser menos tímido y poder participar en conversaciones, al menos hasta tanto no hayas dominado la oratoria, es hacer preguntas. No de modo invasivo, sino como seguimiento de acuerdo a lo que la otra persona vaya contando. Para hacer buenas preguntas, presta atención a lo que te están diciendo, de modo de formular consultas respetuosas y adecuadas que estimulen la conversación incluso si tú no eres quien ‘hable’.

5. Ponte en situación: Si quieres vencer la timidez, quedarte solo en casa ciertamente no te ayudará. Sal a la calle, ve a la tienda a diario, ve a un club por la noche, y únete a un gimnasio o a un club social donde hagas un pasatiempo o estés físicamente en el mismo lugar que otras personas. También es buena idea apuntarte a una clase, un curso o un taller, para rodearte de gente con tus mismos intereses, con quienes puede resultarte más fácil entablar una conversación.