Cómo Evitar Enfermarse en el Trabajo
Evitar los contagios en la oficina, sobre todo durante los meses de invierno, puede ser una tarea muy difícil. Aquí te damos algunos tips para conservar la salud.
© Depositphotos.com/baranq
Evitar las enfermedades es posible si se cambian algunos hábitos y se extreman las medidas de precaución.
¿Es posible Evitar las Enfermedades en el Trabajo?
Tener gripe, fiebre o dolor de garganta es realmente muy molesto. Entonces, es necesario evitar enfermarse en el trabajo para no sufrir las consecuencias. Pasamos muchas horas dentro de una oficina o negocio, en contacto con otras personas que pueden contagiarnos una enfermedad viral como el resfriado, por ello es preciso aumentar las precauciones.
También te puede interesar...
Consejos para Comer Saludable en el Trabajo
Por otra parte, viajamos en medios de transporte atiborrados de gente que como nosotros se dirigen a sus empleos. Eso podría decirse que es un “caldo de cultivo” para los virus y las bacterias. Como si fuera poco, los cambios de temperatura son rotundos. Estamos dentro de la oficina calentitos y salimos a la calle y hace mucho frío (o viceversa en verano).
Y ni que hablar de otros factores que pueden causar enfermedades, como por ejemplo una mala alimentación, el estrés o la falta de sueño. Más allá de pensar que es imposible no enfermarse, la buena noticia es que se pueden reducir bastante las posibilidades de contagiarnos. ¿Cómo? Teniendo hábitos saludables.
Tips para no enfermarse en el trabajo
Si deseas evitar el contagio de enfermedades en la oficina, presta atención a los siguientes tips:
1. Lávate las manos con frecuencia: Más allá de hacerlo cuando llegamos de la calle (ya sea a la oficina o a nuestra casa), necesitamos higienizar las manos varias veces al día. Los virus se propagan por todos los objetos que tenemos a nuestro alrededor y luego toman contacto con la nariz, los ojos o la boca si los tocamos con las manos sucias. Cuando tengas dinero en las manos, viajes en transporte público, vayas al mercado, salgas del baño o hayas estado en lugares públicos, lávate las manos. Y luego en otros momentos del día.
"Las oficinas suelen ser sitios cerrados y con una gran densidad de personas trabajando allí. El “efecto aglomeración” es peligroso. Por lo tanto, se recomienda abrir las puertas y las ventanas de vez en cuando."
Para evitar los contagios de enfermedades en la oficina se aconseja alejarse de las personas con gripe o resfriados.
© Depositphotos.com/SergeyNivens
2. No compartas tu toalla: Puede parecer algo egoísta pero es una excelente manera de evitar las enfermedades en el trabajo, si es que no tienen toallas descartables de papel. La tela conserva con vida a los gérmenes, a veces durante horas, ya que está mojada. Entonces, si alguien enfermo o incubando una enfermedad la usa, y luego tú, estarás expuesto a esos virus. Puedes hacer lo mismo en tu casa.
3. Ventila los ambientes: Las oficinas suelen ser sitios cerrados y con una gran densidad de personas trabajando allí. El “efecto aglomeración” es peligroso. Por lo tanto, se recomienda abrir las puertas y las ventanas de vez en cuando, y si es posible, para favorecer que circule el aire. De lo contrario, los gérmenes se estancan y proliferan, además de que el ambiente se vuelve más húmedo y el aire menos puro.
4. Desinfecta el escritorio: El teclado, el ratón, la agenda, el teléfono, las carpetas y todo aquello que utilices a diario (sobre todo si lo compartes con otras personas), puede ser un lugar ideal para que vivan las bacterias. Usa toallas o spray desinfectante y limpia al llegar al trabajo, a mitad del día y antes de irte.
También te puede interesar...
Cómo Comer Sano en el Trabajo
5. Aléjate de los que están enfermos: No es preciso ponerlos en cuarentena en una oficina separada, pero trata de no entrar en contacto directo con ellos. Si tienes en frente a un colega que estornuda, tose o se suena la nariz, extrema las medidas de limpieza e higiene. Presta mucha atención a las cosas que tocan o utilizan. Quizás quedarás como un maniático, pero después de que usen la fotocopiadora o la impresora, por ejemplo, desinfecta para que el siguiente que vaya a utilizarla no se enferme. Y es bueno también aconsejar a los compañeros de que vayan a sus casas cuando se nota que están muy desmejorados.
6. Come y bebe sano: Los germenes adoran los organismos que no están bien cuidados. Entonces, para no enfermarse en la oficina o en cualquier otro sitio, es importante que estés alimentado e hidratado correctamente. Esto quiere decir que si bien durante el invierno solemos comer cosas más pesadas y beber menos agua, trates de al menos añadir algunos vegetales crudos en tu plato (una ensalada de entrante no es mala idea), y de beber infusiones naturales a lo largo del día.
7-Sal a dar un paseo: Si hace frío nos quedamos dentro de la oficina y no queremos salir por nada del mundo (hasta que llega el horario de irnos). Abrígate bien y sal a la calle durante la hora del almuerzo. Al menos tómate quince minutos para dar un paseo en los alrededores del edificio. Limpiarás tus pulmones y ayudarás al sistema inmune a que se deshaga de los germenes.
8-No toques tu cara: Los virus y bacterias ingresan al organismo por diferentes vías. En la mayoría de los casos, por el rostro, entonces, no te frotes los ojos, no pongas los dedos en la boca ni te toques continuamente la nariz, al menos hazlo después de lavarte bien las manos.
"Si tienes en frente a un colega que estornuda, tose o se suena la nariz, extrema las medidas de limpieza e higiene. Presta mucha atención a las cosas que tocan o utilizan."
9. Evita el estrés: Al igual que pasa con la alimentación, en los tiempos actuales las personas están bajo mucha presión en sus trabajos, y eso es lo que las enferma. Cuando aumentan los niveles de estrés, bajan las defensas y es más probable que te resfríes, por ejemplo. Descansa lo suficiente, no dejes que los problemas de la oficina te superen, haz ejercicio y come sano. De esta manera, dirás adiós al estrés y también a las enfermedades de todo tipo.
Evitar el contagio de enfermedades en el trabajo es más fácil de lo que pensabas, ¿verdad?