Salud
Como actuar ante una situación de mala praxis

Ante una negligencia médica contar con un perito clínico es algo esencial

13/04/23 por Staff de CHP

Los informes que se deriven de su estudio serán claves para defender los intereses del paciente ante un tribunal cuando se ha cometido una mala praxis o una negligencia médica sobre él

Un tratamiento médico mal aplicado, un diagnóstico erróneo, una operación que no sale sobre lo previsto o que un facultativo sin la especialidad intervenga haciendo una intromisión pueden derivar en malas praxis o negligencias médicas que tienen consecuencias adversas sobre el paciente.

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Ante este hecho, que puede provocar un mal temporal o permanente, que incluso puede impedir de por vida a las personas e incluso provocarles, en el peor de los casos, la muerte, se puede defender ante los tribunales.

Normalmente, lo que se solicita es una compensación económica, indemnización, para paliar las nuevas circunstancias que acusan a la persona afectada. Para ellos, hay que interponer una demanda por negligencia y, es muy recomendable hacerlo con gabinetes jurídicos expertos en la materia.

Sin embargo, existe otra figura que es clave para defender los intereses del afectado. En este caso, se trata de un perito médico, una figura clave; ya que aportará informes clínicos pormenorizados y neutrales para determinar las dolencias del litigante y sus consecuencias.

Una de las principales destrezas que se le piden a los peritos médicos es que sepan trabajar con destreza y de manera cooperativa junto a los abogados, las aseguradoras; así como con todos los profesionales implicados dentro de una reclamación judicial por negligencia médica o mala praxis clínica.

Profesionales que certifican una incapacidad laboral

Otra de las tareas fundamentales que realizan estos profesionales son las que se derivan de una situación en el que la persona trabajadora considera tener una incapacidad para ejercer su labor profesional, pero que no le es fácil demostrarla o en la empresa no certifican que esté lo suficientemente acreditada. En ese caso, lo mejor es acudir a un experto como lo es un perito médico incapacidad, pues, será la persona encargada de acreditar la dolencia para que la reclamación prospere.

Se debe conocer, con antelación, que es un escenario engorroso tanto para el empleado como para el empleador. Por esa razón, cuantos más argumentos documentales se posean mejor. No obstante, el análisis exhaustivo de este peritaje será preciso, incluso para certificar ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) de que la dolencia que impide el seguimiento del empleo está justificada clínicamente.

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Evitar fraudes

Por todo ello, es preciso acudir a un buen equipo, con amplia experiencia en el sector y que garantice, en todo caso, que esos informes estén bien armados en la defensa del trabajador. Es obvio que conseguir una incapacidad, especialmente la permanente, con las asignaciones que por ella ofrece el INSS, se debe acreditar, sin lugar a dudas, la dolencia; porque es una forma garantista de evitar los posibles fraudes.

Ante estos hechos, los peritos médicos ayudan en el proceso para que la acreditación de la enfermedad o dolencia esté debidamente documentada y que los análisis clínicos estén basados en realidades objetivas. No obstante, estos informes también pueden ser solicitados por las empresas para determinar que sus recursos humanos no sufren daños o evitar malas prácticas para que eso ocurra.

En definitiva, de lo que se trata es de que la persona que esté aquejada de una dolencia derivada de la situación laboral, o que por sus circunstancias físicas y de salud no puedan desarrollar su trabajo parcial o completamente, puedan tener los informes preceptivos que acrediten esa situación y que sean parte de la validez de conseguir una incapacidad en le grado que le corresponda.

Por todas esas razones, antes de iniciar la vía judicial para solicitar una invalidez, permanente o temporal, acudir a un perito médico será una buena decisión. Porque, además de los propios informes que se deriven de los tribunales médicos de la seguridad social o del médico de cabecera de los empleados, así como de las aseguradoras, esta será otra herramienta, más con la que podrá defender sus intereses; así como el bien de su salud.

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Ya sea por mala praxis, por un error en el diagnóstico o por un retraso de atención médica, estas negligencias se pueden reclamar

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