Cómo superar las culpas
A todos nos invaden en algún momento. Culpa por haber actuado de tal manera, por haber cometido algún error, pero si bien debemos aprender de ellas, no deben ocuparnos más de lo necesario. Aprendamos a superar las culpas propias y ajenas.
Qué son las culpas
Las culpas son un ancla que nos frena de avanzar. La culpa, bien planteada, define nuestro arrepentimiento y responsabilidad por algún hecho infructífero o lastimoso. Y es bueno reconocer nuestra falla, para poder trabajar en mejorar ese aspecto (ese conocimiento, ese modo de actuar), pero no debemos dar más lugar a la culpa del necesario.
Cuando hemos cometido un error, puede que sintamos culpa. Y esto, nuevamente, es una buena señal. Pero no debemos darle más de unos segundos para reconocerla, y aprender así a actuar de un mejor modo, para evitar cometer el mismo error o equivocación en la siguiente oportunidad.
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Consejos para superar las culpas
- Las culpas pasadas han de quedar en el pasado. Si has aprendido del evento que te causó la misma, ya puedes liberarte de ella. El aprendizaje es el mejor lado de la culpa, pues es nada menos que su resolución, y vaya si se trata de un buen final.
- Pero también es algo engañosa, y no siempre se presenta de manera visible. Puede presentarse en forma de angustia, de pesar, e incluso de malestares y dolencias físicas. En primer lugar, y como medida prioritaria, debes enfrentarte a la culpa. No la dejes ser simplemente una sensación: analízala, descubre por qué tienes esa culpa rondando tu mente y tu corazón, y aprende de ella las maneras en las que mejorarías (y mejorarás), este actuar que te ha proporcionado.
- Aprende que hay errores que se cometen y que deben quedar en el pasado. Quizás ibas conduciendo tu coche y, por leer el SMS entrante, perdiste el control y golpeaste un coche estacionado. La culpa es una buena señal, siempre y cuando la analices correctamente, y aprendas el por qué de esta sensación. Así aprenderás sobre la imprudencia de no prestar atención al camino frente a ti, y no volverás a cometer el mismo error.
- Y cuando la culpa te persiga, haz una simple afirmación: ya no hay nada que puedas hacer para cambiar el pasado. Lo único que te resta hacer es aprender, avanzar, crecer y mejorar a diario.
- Finalmente, una aclaración. Cuando analices la culpa que te invade, hazlo con la mente fría y con honestidad. Si la culpa es causada por las acciones, elecciones, palabras o decisiones de alguien más, pues no hay nada que quede a tu alcance. Aprende a superar las culpas ajenas, y procura actuar de la mejor manera posible tú mismo, para vivir a pleno y sin pesadas culpas que frenen tu avance hacia una vida cada día más feliz y, simplemente, mejor.