Cómo Romper un Mal Hábito
¿Fumas? ¿Te muerdes las uñas? ¿Eres desordenado? ¿No cumples tus horarios? Aprende cómo eliminar un mal hábito y darle un orden saludable a tu vida.
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Aprende cómo romper un mal hábito, desde tu propia decisión, con confianza y a paso firme.
Cómo romper un mal hábito
Para vivir con más plenitud, sin sorpresas desagradables ni complicaciones, y de un modo natural y saludable, es necesario aprender a romper un mal hábito y darle paz a tus días. Los vicios, los consumos desproporcionados, las acciones mecánicas de orden compulsivo y muchos otros, poco a poco se apoderan de nosotros. Eso nos deja con un cuerpo deteriorado, una imagen menos agraciada, y no nos permite sentirnos tan plenos como quisiéramos.
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Analizando los malos hábitos
No podemos decir que todos son “iguales”, pero sí se asemejan mucho, en especial en el origen o la motivación que los asienta en nuestras vidas. Quieras o no, todos los malos hábitos han sido creados por ti, en forma consciente o inconsciente, pero de ningún modo son inherentes a tu humanidad.
Ya sea fumar, beber alcohol en exceso, ser sedentario, ser desorganizado, tener un tic nervioso consciente o muchos más, comparten un detalle simple: no son actos necesarios para nuestra supervivencia, sino acciones que hemos adquirido desde hace tiempo. Entonces, es natural comprender que puedes deshacerte de ellos, así tan fácil como alguna vez los dejaste entrar.
"El primer paso para eliminar malos hábitos es querer hacerlo. De nada te servirán los tratamientos, píldoras, hipnosis, ni rituales mágicos, sin que antes hayas tomado la firme decisión."
¿Muerdes tus uñas? ¿Y además lo haces mientras miras el móvil compulsivamente? ¡Aprende a romper los malos hábitos en pocos días!
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Cómo romper con un mal hábito
No hablamos de “eliminar” el mal hábito, pues queremos restarle la importancia que le asumimos normalmente. Verás, si somos fumadores decimos que tenemos una adicción, una dependencia, que es muy difícil dejar el vicio. Pero cada vez que enunciamos frases como esas, le estamos recordando a nuestra mente que “no podemos dejar de fumar”. Y lo cierto es que si podemos; sólo pregúntale a cualquier persona que lo haya logrado y te dirá que pudo por un simple y directo primer paso: realmente quiso dejar el tabaco.
De igual modo, cualquier mal hábito puede dejarse atrás, romperse y descartarse, con pasos que, una vez que los apliques, notarás su enorme efectividad:
1. Debes desearlo
Es el paso definitivo. De nada te servirán los tratamientos, píldoras, hipnosis, ni rituales mágicos, sin que antes hayas tomado la firme decisión de dejarlo, y realmente lo quieras en tu corazón. Si te muerdes las uñas, de nada valdrá que la pintes con jabón para que su mal sabor te convenza de dejarlas en paz. Pero si las pintas porque en verdad quieres dejar de morder tus uñas, el asunto toma todo otro color.
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2. Debes aceptar tu humanidad
Disculpa que usemos estos términos, pero es necesario: eres un ser humano imperfecto, débil, emocional. Te dejas seducir muy fácilmente por la satisfacción inmediata. Esto no es necesariamente malo: es el mismo motor que nos facilita enamorarnos, reír y disfrutar.
Comprende que eres un ser humano, y que todo cambio en la vida necesita de un tiempo de ajuste. Se dice que los hábitos demoran 21 días en formarse y, probablemente, te llevará el doble de ese tiempo romperlo. Ten paciencia y confianza en ti. Y si, por el motivo que fuera, te “caes del vagón” y vuelves a fumar un cigarrillo, a morder tus uñas o a hacer eso que ya no querías hacer, no te castigues, acepta tu imperfección, pídete disculpas y vuelve a comenzar. Nadie te está juzgando, así que no deberías hacerlo tú.
3. No te restrinjas
No estés todo el tiempo pensando en que “no puedes” hacer eso que intentas dejar atrás. Eso sólo creará en ti ansiedad, frustración, y una constante sensación de carencia y necesidad. En cambio, cuando pienses al respecto (y lo mejor sería que ni siquiera lo hicieras), no te digas “no puedo”, sino “no quiero”. Elige tus pasos, y recuerda que no eres esclavo de tus debilidades, sino a la inversa.
No estés todo el tiempo pensando en que “no puedes" eliminar el mal hábito. Eso sólo creará en ti ansiedad, frustración, y una constante sensación de carencia.
Finalmente, recuerda que hay muchas técnicas que pueden ayudarte. Una de ellas es reemplazar un mal hábito por otro bueno (como beber un vaso de agua en vez de encender un cigarrillo), implementar técnicas de desagrado (como pintarse las uñas con jabón o con barnices de tonos brillantes para dejar de morderlas), algunas involucran la memoria emotiva (como la técnica de la banda elástica en la muñeca, con la que te das un latigazo cada vez que pienses en tu vicio) y algunas más.
Usa lo que sirva en ti, lo que tú quieras, y ten la confianza y el genuino deseo que quieres romper el mal hábito, ¡y te garantizamos que lo lograrás!