¿Qué son las Vibraciones Espirituales?

Aunque su análisis suele considerarse como una práctica esotérica, lo cierto es que el tratamiento de estas energías impacta de manera directa sobre sus ocupantes, en la salud física, emocional, y en el nivel de satisfacción en relación a ese objeto, ser o ambiente.

Estas vibraciones se miden, identifican y analizan mediante la ciencia védica Vastushastra, que estudia los ambientes físicos (un cuerpo, un objeto o un ambiente de una casa) que poseen un centro de energías, los cuales pueden cargarse a partir de las situaciones e influencias que allí existan.

Esta disciplina analiza dos tipos de frecuencias energéticas: las placenteras (lo que conocemos como “positivas”) y las aflictivas (las “negativas”). Estas energías coexisten, interactúan entre sí y con el entorno, y provienen de:

"El tratamiento de las vibraciones espirituales de un ambiente impacta de manera directa sobre sus ocupantes, en la salud física y emocional."

1. El terreno en el que el espacio o ambiente se ubica

2. Las frecuencias vibratorias del ambiente (360 en total)

3. Las energías provenientes de los seres vivos: sus pensamientos, intenciones y emociones de quienes construyeron, habitan o están en los sitios

1. Vibraciones espirituales del terreno

El primer tipo descripto de las vibraciones espirituales son las que provienen del terreno donde se erigen los ambientes, las que atrae y las que retiene. Por ejemplo, un terreno cuadrado o uno rectangular suele tender a los efectos positivos, mientras que los circulares o con otras formas atraen a los negativos. En especial cuando la distancia entre los puntos Norte y Sur son menores que la existente entre los puntos Este y Oeste. En formas no regulares, se debe procurar que el frente del terreno sea más angosto que la parte posterior, para que las vibraciones sean de calma.

Los terrenos planos son más estables que los que presentan inclinaciones o diferencias, y se debe procurar elegir los alejados de puntos aflictivos (como cementerios, crematorios, hospitales, hospicios, cárceles u otros). También se ha de analizar las vibraciones y detalles de los terrenos colindantes, que influencian al central, especialmente si fuera de menor tamaño. Ya que no siempre es posible modificarlo, puedes crear construcciones o colocar objetos que modifiquen el flujo de las energías en tus espacios, y hasta modificar los puntos de acceso para evitar su orientación hacia las zonas más conflictivas.

2. Vibraciones espirituales del ambiente

El segundo tipo de vibraciones espirituales son las que provienen de las instalaciones y del ambiente. Los materiales elegidos para la construcción, por ejemplo, tienen sus propias frecuencias (el cemento es más atractivo para lo negativo que la piedra, el barro o el adobe), y también el plano de construcción debe realizarse en relación a las fuerzas ambientales (la orientación de la puerta de ingreso, la ubicación de las zonas familiares o privadas, etc.).

También el propósito que el ambiente tenga lo hará más atractivo para los distintos tipos de vibraciones espirituales (por ejemplo: si es un hogar de convalecencia, una estación de policía, una sala velatoria u otros pueden tender a lo negativo, mientras que una vivienda familiar, una guardería infantil, una escuela atraerán lo positivo). Las energías de los materiales se modifican agregando elementos naturales y positivos a los ambientes, como revestimientos de madera, cercos y senderos de piedra y más. Además, los colores de la decoración y el uso que des a los espacios modificarán sus vibraciones.