Tener una meta significa saber qué queremos lograr, pero también cómo queremos lograrlo, y en cuánto tiempo.
La importancia de las metas específicas
Tener una meta general claramente identificada y con una fecha límite, al igual que tener otras metas secundarias, anteriores o menores a la principal, es en definitiva lo que te permitirá alcanzar el éxito, o al menos encaminarte adecuadamente.
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No se trata simplemente de saber dónde quieres llegar, sino también cómo y cuándo. Recuerda que ningún viento es favorable para el marinero que no sabe a qué puerto se dirige. Por eso, aprendamos algunas buenas maneras que te ayudarán a saber cómo poner metas más específicas para todas tus planificaciones.
La debacle de no saber cómo poner metas más específicas
No aprender a poner metas más específicas a tus planes, y dejarlas simplemente como un “planifico ganar mi primer millón” es el camino más corto para perderte en medio del laberinto de la vida. Ya sea en el trabajo, en los negocios, planificando las vacaciones familiares, o un cumpleaños infantil, tener una meta significa saber qué queremos lograr, pero también cómo queremos lograrlo, y en cuánto tiempo.
"Al definir la meta usando las claves del “qué, cómo y cuándo”, recuerda hacerlo en un modo afirmativo y positivo."
Por otro lado, ser específico es indispensable. Una meta como “organizar mi fiesta de cumpleaños” puede sonar puntual, pero no es lo suficientemente específica. Necesitas dedicarle unos minutos más, y llegar a declaraciones como “organizar mi fiesta de cumpleaños, con temática de películas de 1950, para el día 03 de Noviembre” (el qué, el cómo y el cuándo). A partir de esa meta específica podrás planificar la lista de invitados, las invitaciones, la comida y bebida, la decoración, y todo lo que se te ocurra, esta vez mejor orientado.
Cómo poner metas más específicas
Como siempre, te recomendamos hacerlo con papel y lápiz frente a ti. Escribir las metas y planes permite visualizarlos mejor, y nos hace más fácil el recordarlos. Escribe qué es lo que quieres lograr y, si se trata de algo muy puntual, un buen ejercicio es intentar escribirlo usando cinco frases diferentes, usando sinónimos y diversas maneras de explicarlo. Este ejercicio ayuda a ver las carencias o las debilidades que tiene cada meta.
Al definir la meta usando las claves del “qué, cómo y cuándo”, recuerda hacerlo en un modo afirmativo y positivo. Hay palabras que sobran a establecer metas claras, como “no”, “nunca” y otras. En cambio, escribe la meta, eso que quieres lograr o el sitio al que quieres llegar, usando afirmaciones y palabras positivas. Un buen ejercicio en este punto es escribir la meta en tiempo presente, como si ya estuvieras “allí”, y poner la frase escrita en un sitio bien visible que puedas ver regularmente, para mantenerte motivado y bien encaminado.
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"Escribir las metas y planes permite visualizarlos mejor, y nos hace más fácil el recordarlos."
¡Sé SMART! Aplica la inteligencia de esta técnica de planificación
Finalmente, recuerda el método SMART para poner metas más específicas: Specific, Measurable, Achievable, Realistic, Timed, es decir: Específico, Medible, Alcanzable, Realista y Con tiempos establecidos. Mantén las metas claras, definidas, que puedan lograrse en el tiempo indicado, y que no resulten en herramientas de desmotivación, como proponerte perder 10 kilos en 2 días o ganar un millón de dólares en un mes. Cumple con estos cinco puntos, y sabrás fácilmente cómo poner metas más específicas y satisfactorias, para cada planificación de tu vida.