El marketing online y Project Martina, los recursos que te convertirán en una emprendedora libre

Emprender sí, pero correctamente

Tal vez no exista algo más apasionante que el mero hecho de emprender un negocio, perseguir un objetivo o hacer realidad esa idea que lleva tiempo sobrevolando en tu cabeza. Una sensación de tener el mundo a tus pies que es indescriptible, pero que necesita estar acompañada de los elementos correctos para convertirse, decididamente, en un proyecto exitoso.

Para Project Martina, para sus emprendedoras y para las personas detrás de la metodología, un proyecto es realmente exitoso cuando sus protagonistas, sus líderes, las mujeres que lo han llevado a cabo, también lo son.

Así, Project Martina, como metodología y como recurso de acompañamiento y formación para emprendedoras, vincula al proyecto con la emprendedora, haciendo indivisible el éxito y la libertad del proyecto, por lo que un proyecto es tan exitoso como lo es su emprendedora, y viceversa. De esto deriva uno de los conceptos centrales de su metodología, y que es la razón de ser de Project Martina, la emprendedora libre.

¿Qué es una emprendedora libre? Una emprendedora que tiene libertad de acción, de movimientos y de decisiones, en el plano más transversal posible. Es, por ende, una emprendedora que puede dedicarse a hacer cualquier cosa que le plazca, de acuerdo a sus intereses y motivaciones de cada día, y que sin embargo, nada de eso incidirá negativamente en su proyecto o idea, porque estará tan bien ejecutado que podrá prescindir de algunas de las actividades que, bajo otras metodologías, serían obligatorias y harían esclava a la emprendedora en el trabajo.

Project Martina intenta que una emprendedora exitosa sea totalmente libre. Hay proyectos exitosos que se sostienen por el esfuerzo sobrehumano que realizan sus emprendedoras, en jornadas interminables y en tareas extenuantes que se prolongan durante muchos años. Hay otros proyectos, aquellos donde metodologías como la señalada tienen importante incidencia, donde la emprendedora no necesita disponer de todo su esfuerzo y su tiempo para garantizar la viabilidad y rentabilidad del mismo, sino que utiliza el poder del apalancamiento y, precisamente del marketing online, para alcanzar nuevos hitos personales, profesionales y como emprendedora.

Un proyecto de libertad

Cuando una emprendedora es capaz de denominarse, dadas las características de su trabajo y el éxito de su proyecto, como “una emprendedora libre”, quiere decir que su proyecto acaba de convertirse en un Proyecto de Libertad.

Proyectos exitosos que a veces parecen funcionar en piloto automático, donde su emprendedora tiene la libertad, también, de dedicarse a actividades que siempre quiso hacer, con la tranquilidad que da tener un proyecto que sostenga todos o la gran parte de sus gastos diarios, y con la seguridad de que puede permitirse ciertas licencias, como tomar una semana libre o decidir un horario diferente de acuerdo a sus actividades diarias, sin poner en riesgo el crecimiento sostenible de su negocio. Ese es un proyecto de libertad.

Los proyectos de libertad requieren de madurez

Se dice que la madurez se adquiere con la edad. Precisamente, la edad es uno de los términos más importantes que encontrarás dentro de la metodología de Project Martina.

Los proyectos, las ideas y los negocios tienen edad. Nacen, crecen, se desarrollan, evolucionan, maduran. Efectivamente, tienen edad.

La edad de los emprendimientos es una de las mejores formas de valorar su potencial de éxito, ya que no hay trucos para esconder la edad real de tu idea en este momento, y es una de las razones por las que Project Martina puede ayudar a más emprendedoras para alcanzar la libertad deseada.

Así, según la metodología citada, un proyecto pasa de la inocencia a la libertad, sin atajos y sólo cumpliendo a rajatabla con los consejos y recursos de un proceso completamente práctico.

• La inocencia: es la edad más bonita de todo emprendimiento, porque es justo cuando comienza. Todos los números parecen verdes, cada idea parece que tendrá más éxito que la anterior, y el trabajo se sostiene gracias a la alegría y a la pasión.

Esta edad, aunque necesaria, debe ser una de las más cortas o más rápidas en superar, porque es una etapa del proyecto en la que la subjetividad vencerá todos los argumentos y análisis objetivos sobre la fuerza y el potencial real de tu emprendimiento. Como emprendedora, eres muy inocente en esta etapa, por lo que en Project Martina le denominan así a los inicios.

• El trabajo duro: la edad, a juicio de cualquier emprendedora, más productiva de todas. El trabajo duro, las jornadas interminables, trabajar hasta dormir y despertarse para trabajar, con tareas que se acumulan y una sensación de avance bastante importante.

Aunque es una edad altamente productiva, es una edad inviable. Llegará el momento en que no puedas seguir haciéndolo todo, y el negocio comenzará a decrecer porque se sostendrá en la cima gracias al esfuerzo sobrehumano que se esté realizando. Lamentablemente, la mayoría de los proyectos con alto potencial se quedan en esta “edad” o etapa, comenzando a decrecer conforme la motivación inicial o la energía de la emprendedora se diluyen.

• La libertad: es la última edad que cumple un proyecto. Es ese momento en el que sigue creciendo a pesar de tu trabajo, y no gracias a él. Una emprendedora que lleva su proyecto hasta esta etapa consigue vivir con total libertad y su emprendimiento goza de autonomía e independencia.

Project Martina utiliza metodologías basadas en recursos disponibles en internet, a los que podrás acceder desde cualquier dispositivo, con casos de éxito, metodologías de estudio y formación por periodos que van desde los 3 meses hasta 1 año, con cursos especializados y con clubes con emprendedoras de tu mismo nicho o intereses, donde la finalidad de todo es que cualquier proyecto desarrollado tenga el potencial y las herramientas para llegar a la edad en la que son totalmente libres.