Quienes tienen una familia numerosa o suelen entretener a buena cantidad de invitados saben del valor y de la ventaja de contar con un lavavajillas automático. Tan simple como colocar la pastilla del limpiador y un poco de abrillantador deja nuestra cristalería, cubertería y vajilla en perfectas condiciones.
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¿Qué puedo lavar en un lavavajillas?
Pero también saben el verdadero desafío que puede ser mantenerlo limpio, desinfectado y libre de malos olores. Para facilitarte la vida hoy te enseñaremos a hacer pastillas de limpieza de lavavajillas que sólo deberás usar como las pastillas de limpieza convencionales, y notarás una enorme diferencia no sólo en el olor y en el aspecto interior de tu artefacto, sino también en sus capacidades de limpieza.
Materiales e ingredientes
Necesitarás 2 tazas de bicarbonato de sodio, el limpiador casero por excelencia, que no sólo quitará las suciedades adheridas, sino que dejará toda la superficie desinfectada e impecable, completamente desodorizada. También necesitarás 3 cucharadas bien medidas de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), unas 15 gotas del aceite esencial cuyo aroma quieras aportar a tu vajilla limpia (si prefieres alguno, te recomendamos las fragancias cítricas como la de limó, que dejan los elementos oliendo a limpio y fresco), 2 tazas de vinagre blanco de alcohol, 1 cucharada generosa de detergente concentrado para lavar vajilla (elige uno del mismo aroma que el aceite esencial, para potenciar los resultados) y algunos pocos elementos.
Entre ellos, necesitarás un bol para mezclar, una espátula, una cuchara medidora o una bandeja para cubos de hielo de silicona (para hacer las pastillas a un tamaño adecuado para el receptáculo de tu lavavajillas), una bandeja amplia y plana cubierta con papel manteca o papel de hornear, un paño de género suave y que no deje pelusas y un frasco de vidrio limpio y seco, con tapa de cierre hermético, para conservar allí tus pastillas de jabón.
Preparación
En el bol mezcla el bicarbonato de sodio con el peróxido de hidrógeno, muy lentamente y asegurándote de disolver los grumos. Agrega el aceite esencial elegido y mezcla muy bien, hasta lograr una textura de arena gruesa. Toma porciones del tamaño adecuado con la cucharada de medir o colocando el producto en bandejas para hielo de silicona (para poder desmoldar más fácilmente) y luego coloca las pastillas sobre la bandeja cubierta con el papel de hornear. Deja que se ventilen y sequen durante toda la noche (más tiempo si el clima fuese muy húmedo) en un sitio templado y seco (no en la nevera ni en una habitación con humedad).
Cómo funciona la pastilla limpiadora
Comienza por repasar el interior de tu lavavajillas con una esponja humedecida en agua caliente, para retirar las suciedades sólidas visibles. Luego coloca en el estante superior, bien firme para que no se voltee, un vaso en el que coloques una mezcla del vinagre blanco de alcohol y el detergente concentrado preferido. Luego sólo debes colocar una pastilla casera en el receptáculo y hacer andar tu lavavajillas a máxima temperatura, aunque sea en el ciclo corto (con el intermedio obtendrás mejores resultados, y con el largo se hará una limpieza en profundidad, ideal para máquinas compradas de segunda mano o que no hayan sido usadas en mucho tiempo).
Conserva tus pastillas de limpieza en el frasco limpio y seco con tapa de cierre hermético, y haz una limpieza al mes (si usas el lavavajillas a diario) o con la regularidad que quieras. ¡Estas pastillas son ideales para regalar, y hasta para vender!
