Cómo ahorrar en el uso del lavavajillas
El lavavajillas es una gran comodidad, pero también puede ser un desperdicio de energía si no sabemos usarlo. Aquí algunos consejos para ahorrar en su uso.
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Cómo ahorrar energía con el lavavajillas
Se dice que si se utiliza el lavavajillas de forma correcta, se ahorra incluso más energía y agua que lavando los platos a mano, como se ha hecho toda la vida. Aún así, es mucha la gente que se queja cada mes que el lavavajillas les hace gastar mucha energía y agua. Hoy te enseñaremos a optimizar este electrodoméstico para ahorrar más y mejor.
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¿Se puede ahorrar mucha energía con el lavavajillas?
Pues sí. Especialmente si somos de los que plato sucio que vemos, plato que va al lavavajillas. Podemos ahorrar bastante energía siguiendo unos pocos consejos.
Algunos expertos dicen que, de lavar con este aparato en lugar de hacerlo a mano, ¡se ahorraría casi un 60 por ciento!
Consejos para ahorrar al usar el lavavajillas
La primera recomendación es la de tener un lavavajillas nuevo y moderno, que optimice mejor el agua que gasta y que sea de clase A, es decir, reconocido oficialmente como eficiente energéticamente.
"Se debe colocar los platos más grandes en la parte inferior del lavavajillas, así se ayuda a que el lavado se distribuya mejor."
Estos aparatos tienen diferentes programas según su duración, siendo el programa normal de entre una hora y media o dos, lo que muchas veces es excesivo para lavar una vajilla que no está demasiado sucia. Elige bien la duración sin pasarte y teniendo en cuenta tanto la cantidad de platos, vasos y demás cubertería, como la suciedad presente en ellos.
Se debe procurar también colocar los platos más grandes en la parte inferior del lavavajillas, así se ayuda a que el lavado se distribuya mejor, ahorrando más.
Antes de meter los platos, que es lo que más sucio suele quedar, prueba a pasarlos por el grifo de agua fría. Esto permite que no se resequen los residuos del plato, especialmente si han quedado salsas pegadas, y el electrodoméstico no hará un sobre esfuerzo, traducido en un gasto tonto de energía.
Terminado el programa, deja la puerta cerrada unos minutos, de lo contrario los platos tardarán más en secarse, pues se condensarán con el aire frío del exterior.
La limpieza del lavavajillas ayuda a reducir gasto energético, y es tan sencillo como mantener los filtros limpios, y hacer una o dos revisiones anuales desmontado el artefacto y limpiando sus ranuras.
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"Elige bien la duración del programa sin pasarte, teniendo en cuenta la cantidad de vajilla y la suciedad presente en ellos."
Las cestas del lavavajillas, por otra parte, deben tener suficiente capacidad para que al dejar los platos y vasos no queden muy pegados, de forma que el agua y el detergente puedan circular mejor y limpiar más con menos agua, ahorrando con ello energía.
También existen cestas especiales para los cubiertos, que suelen caerse al fondo, cuando deberían estar lo más arriba posible.
El último consejo es el de leer las instrucciones de uso, algo muy lógico por otra parte pero que mucha gente no hace por pereza, y con ello no sabe muy bien qué programa seguir para cada situación concreta.