En todo hogar sucede: olvidamos una olla al fuego, o miles de horas de uso les quitan a las sartenes su encanto y capacidades de distribución del calor, con tanta suciedad, sarro del agua dura y otros restos que se depositan por dentro y fuera de los elementos de cocina. Un día lo notamos y recurrimos al armario de la limpieza. Usamos un verdadero arsenal químico de aerosoles, geles, cremas y líquidos abrasivos que rayan las superficies, quitan capas de teflón, dañan nuestras ollas en su intento de limpiarlas.
También te puede interesar...
Cómo Limpiar y Recuperar Ollas Quemadas
¡Basta de ese ciclo tan nocivo! Cuida y mantén tus ollas y sartenes con productos caseros, naturales, que cuidan del entorno y que, además, te permiten ahorrar tiempo y dinero, y optimizan tus esfuerzos de limpieza.
Ingredientes "verdes" y económicos
Usar elementos e ingredientes naturales es esencial. Cuando usas productos químicos comerciales no sólo debes asegurarte de enjuagar a la perfección para no dejar residuos peligrosos, sino que también debes tener en cuenta que el mero uso de estos limpiadores comerciales ensucia las aguas y las tierras de nuestro entorno. Por eso preferimos usar ingredientes completamente biodegradables, libres de componentes peligrosos, y con igual (a veces incluso mayor) que los que compras en las tiendas. ¡Y también puedes personalizarlos a tu gusto!
Para hacer un limpiador gentilmente abrasivo para nuestras ollas y sartenes, que también cuide tus manos a la vez que tu entorno, necesitaremos media taza de bicarbonato de sodio, una cucharadita de detergente concentrado para lavar la vajilla, dos cucharadas de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y una botella o frasco con tapa de buen cierre para conservar tu limpiador profundo.
Preparación
En un bol mezcla el bicarbonato de sodio con el detergente para la vajilla, desarmando bien los grumos del polvillo que pudiera haber. Agrega lentamente el peróxido de hidrógeno mientras revuelves y mezclas, verás que el preparado tomará una consistencia algo espesa y cremosa, similar a la de la crema batida. Si notaras que carece de humedad podrás agregar un poco más de peróxido de hidrógeno.
Vierte todo el preparado dentro del contenedor limpio y seco, mejor si es de plástico para poder facilitar el tomar el producto. Para usarlo coloca una cucharadita en tu olla, molde de hornear, sartén o lo que quieras limpiar, y esparce sin frotar por toda la superficie, tanto por dentro como por fuera de los utensilios. Deja actuar unos 3 a 5 minutos, y luego haz un frotado suave y circular con una esponja seca. No raspes con lanas de bronce ni otros agentes que pudieran dañar las superficies: si notaras que no se ha limpiado del todo el elemento, deja actuar unos minutos más.
Finalmente, enjuaga con agua caliente mientras repasas con la esponja, hasta que estés seguro de haber retirado todo el limpiador. Seca para evitar la oxidación y las anchas de agua, y disfruta de tus ollas y sartenes como nuevos. Puedes usar en cada lavado, y preparar en gran cantidad si así lo prefieres.
